¿Comemos mejor o peor que hace 20 años?
La alimentación ha
ido variando a lo largo de los años y no siempre ha sido para mejor. ¿Pensáis
que comemos peor que hace 20 años?
El consumo de grasas y
proteínas ha aumentado considerablemente. (Foto: Fotolia)
Pese a que el estudio que
hoy os presentamos muestra alguna tendencia beneficiosa en términos de
nutrición saludable, de igual modo refleja una serie de hábitos asentados en
nuestra rutina alimentaria desde hace un tiempo y que se alejan de patrones
de salud como los que recomienda la Organización Mundial de la Salud.
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previene la aparición de cáncer de colon]
El estudio
Ha sido llevado a cabo
por el Departamento de Nutrición, Alimentación y Salud Pública de la
Universidad de Nueva York. Asimismo, ha alcanzado una gran repercusión en
revistas tan prestigiosas como British Journal of Nutrition en el número
correspondiente al pasado 19 de septiembre.
Los participantes
Para su desarrollo se han
aprovechado los datos de veinte años obtenidos de la población participante en
el conocido estudio Framingham, el mismo que desde 1948 ha investigado
satisfactoriamente aspectos novedosos relacionados con las enfermedades
cardiovasculares.
Lo primero que se ha
descubierto ha sido una prevalencia de la obesidad y una mayor
resistencia a la insulina, sustrato que justifica la aparición de la
diabetes mellitus tipo 2, conocida por ser la más frecuente en el mundo.
Y es que nada de esto
podría haberse sabido sin la colaboración de un total de 2.732 individuos
mayores de 25 años, dispuestos a dar a conocer a los expertos los detalles
y cambios de sus hábitos dietéticos entre 1991 y 2008.
La fuente de energía
principal ha ido variando con el tiempo
Los resultados son
esclarecedores. En estos 17 años se ha visto que la población en general ha
experimentado cambios en su modo de alimentación tan importantes como estos:
- Ha aumentado el consumo
de proteínas.
- Ha aumentado el consumo
de grasas.
- Ha disminuido el
consumo de hidratos de carbono.
Además, dentro de las
grasas han incrementado todos los grupos excepto el de las trans (presente en
productos industrializados como los pasteles), que ha disminuido en
comparación con otras épocas.
Esta conclusión es muy
positiva, pues las grasas trans pasan por ser un importante factor de riesgo
de aterogénesis (lesión de la pared arterial) o de eventos cardiovasculares
como el infarto de miocardio o el ictus.
[También te puede
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cardiosaludable, para bajar los niveles de colesterol]
Por sexos: Más riesgo
cardiovascular en el caso de las mujeres
Las mujeres consumen más
grasas saturadas y trans que los hombres, todo pese a una disminución en el consumo respecto a los grupos de hace 17
años.
En función del peso y del
Índice de Masa Corporal de las personas
A este respecto no hubo
diferencias entre los distintos Índices de Masa Corporal. Por ejemplo, pese
a que en todos se redujo el consumo de grasas trans, en definitiva aumentó el
consumo total de grasas.
Y es que estos resultados
vienen a demostrar que tener más o menos kilos no ha supuesto en los últimos
años estar fuera de la mejoría nutricional experimentada por la población que
nos rodea.
Y por alimentos...
algunos hallazgos curiosos
Mientras por una parte ha
aumentado el consumo de huevos, queso, helados, nueces, mantequilla, salchichas
y carnes procesadas, por otra ha disminuido el consumo de leche,
margarina, aves de corral, golosinas, pastelería, patatas y pan.
¿Qué os parecen estos
datos? ¿Estáis de acuerdo con ellos?
[endif]
Podéis
consultar y debatir sobre ésta y otras cuestiones médicas en el grupo de Facebook del Dr. Marín
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