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jueves, 23 de marzo de 2017

¿Por qué nos mareamos más en el asiento trasero del coche?

¿Por qué nos mareamos más en el asiento trasero del coche?

Un desajuste en el equilibrio produce mareos cuando viajamos atrás. Conviene estar atento al movimiento del coche para evitar esta desagradable situación.

El mareo por movimiento que se produce cuando viajamos en coche, tren, avión o barco –cinetosis o mal de movimiento, según la terminología científica– es causado por un desajuste entre los sistemas visual y vestibular, relacionado este último con el equilibrio y el control espacial. En esencia, el sistema nervioso central recibe mensajes contradictorios de los receptores relacionados con el equilibrio corporal: el oído interno, los ojos y los músculos y las articulaciones de la espalda y las piernas.
Los principales síntomas son vómitos, náuseas y falta de equilibrio producidos por la aceleración y desaceleración del vehículo. En un coche, el oído interno detecta que nos desplazamos, pero si no recibimos información visual de que nos estamos desplazando –por ejemplo, cuando viajamos en el asiento de atrás y solo vemos el interior del vehículo o si vamos mirando una pantalla o leyendo–, las probabilidades de sentirnos fatal son grandes. Y el riesgo aumenta si hay mala ventilación, humos, factores emocionales como el miedo o la ansiedad, o incluso si heredas de tus progenitores los genes que predisponen al mareo, como descubrió el equipo de la genetista Bethann Hromatka, de la Universidad de California en San Francisco.

Sentarse más erguido para mantener el eje de visión con un ángulo de 45 grados por encima del horizonte reduce las posibilidades de marearse. En un barco, por ejemplo, para algunas personas es útil evitar fijar la vista sobre las olas u otros objetos en movimiento. Es importante que el camarote esté bien ventilado y salir a la cubierta de vez en cuando para respirar aire fresco. El exceso de alcohol o haber comido mucho antes del viaje o durante el mismo aumenta la probabilidad de sufrir cinetosis o mareo del movimiento. Es preferible beber cantidades pequeñas de líquidos y comidas ligeras con frecuencia durante un viaje prolongado, aunque si se trata de un viaje corto en avión es mejor evitar los líquidos y sólidos y especialmente las bebidas alcohólicas y las que contienen gases. En coche, también funciona la posibilidad de disminuir los síntomas si se fija la mirada en un objeto que no esté en movimiento. A otras personas les funciona cerrar los ojos durante el viaje e intentar relajarse o dormirse. 


martes, 7 de marzo de 2017

¿Hay mucha gente con una doble vida?

¿Hay mucha gente con una doble vida?

Más de la que te crees. O eso dicen los psicoterapeutas...

Los casos en que una persona mantiene dos relaciones estables paralelas solo saltan a la luz en circunstancias excepcionales. En 1993, por ejemplo, Jean-Claude Romand fue detenido por el asesinato de su mujer, sus hijos y sus padres. Ahí se descubrió que hacía muchos años que tenía una amante. En su caso, la doble vida era más compleja: engañó a su familia diciendo que era médico –apenas llegó a empezar la carrera– y que trabajaba en la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero nunca tuvo empleo remunerado. El dinero lo obtenía mediante estafas.

Sin embargo, las dobles vidas que finalizan sin dramatismo son más habituales de lo que creemos. Robert Motta, psicólogo de la Universidad Hofstra, en Nueva York, calcula queel 70% de los varones y el 50% de las mujeres mantienen una relación paralela durante algunos años de su vida. Una cifra que muchos psicoterapeutas, conocedores de la intimidad de sus pacientes, asumen como probable.
Los miedos nos atan 
Otras personas acaban manteniendo dos relaciones porque les resulta difícil cortar los lazos afectivos. Por ejemplo, hay mujeres y hombres cuya falta de tolerancia a la tensión les impide terminar una relación cuando se enamoran de otra persona. Se sienten incapaces de abandonar a su pareja por miedo a causar dolor.
Por último, están las personas que encuentran satisfactorio mantener relaciones paralelas. Aldert Vrij, profesor de la Universidad de Portsmouth, en Inglaterra, habla delos buenos mentirosos, que logran engañar con fluidez, lo que disminuye el estrés que supone esta situación. Además, les gusta la sensación de variedad y poder mostrar partes diferentes de la personalidad.
Pero cuidado: llevar una doble vida suele acarrear al infiel un gran estrés. Además, según un estudio de la Universidad de Florencia, en el caso de los hombres también podría afectar a la salud cardiaca: los infartos se producen más durante la visita a la amante.