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martes, 23 de febrero de 2021

Por qué el azúcar (y otros alimentos) pueden intensificar los dolores de la regla.

 

Por qué el azúcar (y otros alimentos) pueden intensificar los dolores de la regla.



Durante el periodo menstrual las mujeres atraviesan una serie de cambios hormonales que consumen mucha energía y pueden provocar ansiedad, irritabilidad, hinchazón, estrés y dolores.

Son algunos de los síntomas del síndrome premenstrual (SPM). Durante estos días muchas mujeres bajan la guardia con lo que respecta a la dieta y casi todo está permitido porque al sentir dolor e hinchazón no se controla tanto la alimentación y es habitual pasarse con las calorías.

Esto da lugar, en gran parte de casos, al hambre emocional o al aumento de la ansiedad a la hora de comer, y a la predisposición a ingerir alimentos dulces con un alto índice glucémico, que eleven de forma rápida los niveles de serotonina y glucosa en sangre generando una sensación de bienestar inmediata.



"Apostamos por determinados alimentos que el cuerpo nos pide y que no son demasiado adecuados porque, entre otras cosas, favorecen la inflamación", explica en Telva la nutricionista Chiara Corradetti, especialista en Nutrición Clínica y Deportiva.

Por qué tienes antojos antes, durante y después de la regla

El 85 por ciento de las mujeres tienen algún tipo de síntomas premenstruales perceptibles, mientras que un 20-40 por ciento de mujeres cumplen con los criterios de diagnóstico de SPM. No obstante, una mujer no necesita un diagnóstico oficial de SPM para tener ganas de tomar dulces y chocolates.

Los antojos pueden ocurrir durante el período premenstrual en mujeres normales y sanas sin un diagnóstico de SMP u otros desórdenes.

Esa predilección por lo dulce está determinada por el estrógeno y la progesterona, que afectan los niveles de insulina en el cuerpo. Esta fluctuación en la insulina afecta los niveles de azúcar en sangre, lo que también activa los niveles de cortisol (hormona del estrés). Por eso te tira tanto el azúcar.

"En la segunda fase del ciclo aumenta la resistencia a la insulina, lo que significa, sencillamente, que manejamos peor la glucosa”, añade la ginecóloga Miriam Al Adib Mendiri. Por eso, "algunas mujeres pueden tener más hambre, más ansiedad, ganas de dulce y una necesidad de azúcar debido a que nuestro cuerpo ha generado una mayor resistencia a la insulina”.

Sin embargo, hay alimentos poco recomendables como son las carnes rojas, los lácteos y, precisamente, el azúcar. “El azúcar es de naturaleza inflamatoria y aumenta el suministro de sangre en el útero. Esto conduce a una mayor retención de agua, lo que provoca, además, dolor abdominal. Si encima tienes otras molestias típicas del síndrome premenstrual, el azúcar puede agravarlos en algunos casos ”, explica en Healthshots el doctor Gandhali Deorukhkar Pillai, ginecólogo especialista en obstetricia del Hospital Wockhardt, Mumbai Central (India).

"El azúcar nos lo pide el cuerpo por estar con el ánimo más bajo pero esto lo podemos controlar con unas galletas de avena y plátano o con chocolate por encima del 85 por ciento de cacao", señala Corradetti.

Por otro lado, la deficiencia de magnesio es otra razón por la que las mujeres anhelan el azúcar durante sus períodos. Y es las mujeres con síndrome premenstrual suelen tener bajos niveles de magnesio, un suplemento necesario para el equilibrio hormonal.

Los alimentos que mejor sientan peor y los que te pueden ayudar

Por su parte la dietista- nutricionista Elisa Blázquez cuenta en InStyle que durante esta fase del ciclo ella suele evitar el azúcar, además de los lácteos y el trigo. “Aunque es algo que hago habitualmente”, reconoce. “Priorizo los alimentos ricos en hierro como las lentejas, los mejillones o el sésamo”, añade. También reduce el consumo de sal y utiliza muchas especias como el orégano, la albahaca, el comino y el jengibre por su efecto carminativo, esto es, que favorece la expulsión de los gases del tubo digestivo.

"También es importante reducir el consumo de ultraprocesados", apunta Fátima Japón porque son ricos en azúcares refinados y además suelen contener mucho sodio, lo que aumenta la retención de líquidos. Además, nos dice que son alimentos inflamatorios.

Por el contrario, la batata o el bonitato, como el chocolate, ayudan a que los niveles de dopamina aumenten y por lo tanto alivia el estado bajo de ánimo que solemos tener. También es un buen momento para tomar cremas de verduras templadas y grasas saludables (yogur griego, aguacate, queso, frutos secos, aceite de oliva virgen extra, chocolate negro). De hecho, existe una dieta conocida como 'la dieta de la felicidad' que incluye alimento con triptófano que pueden ayudarte a sentirte bien y superar el bajón anímico.

Los efectos del azúcar en tu cuerpo

  1. Puede empeorar los calambres menstruales. La respuesta del cuerpo cambia cuando tenemos el SPM. Esto sucede porque el estrógeno y la progesterona responden de manera errática a los niveles de insulina. Esa es una de las razones por las que anhelamos los dulces cuando tenemos el síndrome premenstrual o estamos con la regla.

  2. Hace que te hinches. Es cierto que durante la menstruación el cuerpo retiene más agua, pero comer azúcar lo agrava aún más. Debido a esto, las mujeres también pueden experimentar acidez, dolor abdominal y gases.

  3. Puede conducir al dominio de los estrógenos. Este es uno de los principales problemas de quienes consumen mucha azúcar durante la menstruación, ya que puede provocar un desequilibrio hormonal.

  4. Empeora tu acné. Ya sabemos que el azúcar no es bueno para la piel. Según un estudio publicado en Clinics in Dermatology, consumir demasiada azúcar arruina los tejidos de la piel y la hace más propensa a flacidez. Durante los períodos es más probable que tengas acné, e incluir más azúcar en tu dieta durante este tiempo solo lo agravará.

  5. Ganarás peso. Te sorprenderá saber que si consumes azúcar durante la menstruación, puedes ganar más de dos kilos. Es por eso que los ejercicios de baja intensidad son algo que uno debe hacer incluso durante los días de la regla. Además, optar por el azúcar natural sería una buena opción. La miel y el sirope pueden ser tus mejores aliados durante los períodos, pero no sobrepases los 10 gramos. También pueden resultar útiles para reducir la hinchazón y pueden aliviar el flujo de ácido durante los períodos.

martes, 16 de febrero de 2021

No retrases tus citas médicas y consulta al doctor si tienes estos achaques

 

No retrases tus citas médicas y consulta al doctor si tienes estos achaques.



Uno de cada cinco pacientes con cáncer en España están sin diagnosticar debido a la pandemia de la Covid-19. Es más, los oncólogos alertan de que la Covid-19 ha provocado que el cáncer se detecte en estadios avanzados propios de hace 20 o 25 años.

Los profesionales detectamos casos mucho más avanzados de lo habitual, propios de hace dos décadas. Hay pacientes que pasan semanas o incluso meses con síntomas evidentes de un tumor inicialmente localizado que, por el impacto de la pandemia, se detecta cuando ya no puede ofrecerse un tratamiento curativo”, explica el codirector de Oncología de la Clínica Universidad de Navarra (CUN), el doctor Ignacio Gil-Bazo.

Impacto de la pandemia

En 2020, según cifras de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), uno de cada cinco casos de cáncer no fue diagnosticado y, este año, habrá 276.239 nuevos casos en todo el país (158.867 en hombres y 117.372 en mujeres). Si a esta situación se añade el retraso en el diagnóstico de los sí detectados, se observa el enorme impacto que la Covid-19 tiene sobre el cáncer.

No obstante, el especialista recuerda que, en las elevadas cifras de mortalidad del año pasado, “hay un componente importante de pacientes con patologías crónicas que no han recibido un tratamiento adecuado porque su enfermedad se ha diagnosticado tarde, el tratamiento no se ha iniciado a tiempo, etc. En definitiva, el resultado es un exceso de muertes no sólo por Covid sino también por patologías crónicas que tienen tratamientos eficientes, activos y adecuados de ser diagnosticadas y tratadas a tiempo.

Los pacientes tienen que buscar ayuda e insistir cuando tengan algún síntoma sospechoso”

Las causas más frecuentes que dificultan el diagnóstico de tumores malignos y por ende su tratamiento son: el miedo de los pacientes a la hora de asistir a consulta, la dificultad para llevar a cabo una exploración física in situ del paciente (la teleconsulta, si bien de gran utilidad, tiene sus limitaciones); y los retrasos a la hora de realizar pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas, ya que las salas y quirófanos destinados a tal fin se han convertido en algunos hospitales en UCIs.

Sin embargo, a pesar de la situación actual, el Dr. Gil-Bazo señala que, por primera vez en la historia, hay pacientes con enfermedad metastásica que probablemente puedan curarse”. Por eso los especialistas instan a los pacientes a buscar ayuda e insistir cuando tengan algún síntoma sospechoso y vencer el miedo o las trabas que puedan encontrarse, evitando así los retrasos en el diagnóstico y el tratamiento.

A pesar de todas las dificultades, los pacientes pueden y deben conservar sus esperanzas, ya que, tal y como explica el Dr. Gil-Bazo, nunca ha habido en la historia un momento mejor para poder tratar el cáncer que ahora. A pesar de la pandemia, las tecnologías, las estrategias, los recursos y las innovaciones terapéuticas para el tratamiento del cáncer son muy reales y, no solo no se detienen, sino que siguen avanzando”.

Lamentablemente todavía no hemos vencido a la pandemia y esto hará que, hasta dentro de varios meses, los pacientes no vuelvan a ser manejados con la diligencia con la que era habitual hasta la aparición del virus. Es muy importante que seamos conscientes de esto y alertemos a los pacientes de que tienen que buscar ayuda e insistir cuando tengan algún síntoma sospechoso. No podemos perder tiempo en el diagnóstico de una patología que, en caso de no detectarse a tiempo, deja de ser curable”, añade el oncólogo.

Estas son las señales que no debes ignorar

Tal y como nos indican desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), muchas personas suelen pensar que es normal sufrir algunos dolores o molestias que comúnmente llamamos ‘achaques’ y que solemos asociar a la edad o los kilos de más.


De entre todo ellos, estos son los que no debemos dejar pasar y por lo que tendríamos que pedir cita en nuestro médico habitual:

  1. Dolor persistente en el tiempo o que no cede con el tratamiento habitual. Por ejemplo, un dolor de cabeza que no desaparece o que no se alivia con tratamiento puede ser un síntoma de un tumor cerebral; y el dolor de espalda puede ser un síntoma de cáncer de colon, recto u ovario.

  2. Mancha o lunar que cambia de forma, tamaño y color. Algunos cánceres pueden causar cambios en la piel como oscurecimiento de la piel (hiperpigmentación), coloración amarillenta de la piel y de los ojos (ictericia), enrojecimiento de la piel (eritema), picazón (prurito) y crecimiento excesivo de vello.

  3. Sangrado o hemorragias anormales. Un sangrado inusual no debe tomarse a la ligera. Toser sangre, un sangrado vaginal anormal, en la orina o heces y la secreción con sangre en el pezón son razones más que suficientes para acudir al médico y que un especialista analice las causas.

  4. Un bulto o nódulo, una herida o úlcera que no cicatriza. Los cánceres de la piel pueden sangrar y parecer heridas o llagas que no se acaban de curar. Por ejemplo, una llaga en la boca que no se cura pudiera deberse a un cáncer oral, y debe tratarse lo antes posible, especialmente en personas que fuman o consumen alcohol. Las erupciones o llagas en el pene o la vagina podrían ser signos de una infección o de un cáncer en etapa inicial, y deberían ser examinadas por un profesional de la salud.

  5. Tos o ronquera persistente. Muchas personas piensan que despertarse por la tos durante la noche no tiene importancia y que respirar mal, o sufrir afonía o ronquera es algo normal, sobre todo en invierno o si tienes alergias. Pero este tipo de molestias también hay que revisarlas y tratarlas.

  6. Cambios en los hábitos urinarios o intestinales. El estreñimiento, la diarrea o un cambio en el tamaño de las heces fecales por un tiempo prolongado puede que sea un signo de cáncer del colon. Por otro lado, el dolor al orinar, sangre en la orina o cambios en la función de la vejiga (tales como orinar con mayor o menor frecuencia) pudieran estar relacionados con cánceres de vejiga o próstata. Por eso debes informar a tu médico sobre cualquier cambio en la función de la vejiga o de los intestinos.

  7. Pérdida de peso no justificada, de hasta un 10 por ciento en sólo seis meses. Si no estás haciendo dieta ni padeces ningún otro problema de salud (o emocional) que lo justifique, perder peso sin motivo puede ser el primer signo de cáncer. Esto ocurre con más frecuencia en caso de cáncer de páncreas, estómago, esófago o pulmón. Ve al médico y coméntaselo; él sabrá qué hacer.

  8. Anemia de causa desconocida. Tener anemia puede ser sinónimo de muchas enfermedades o simplemente una consecuencia de una baja cantidad de hierro o vitaminas. Por eso, no debes haber preocuparte a menos que tengas otros síntomas considerados como “de alarma”.



jueves, 11 de febrero de 2021

Deuda de sueño: por qué no compensa dormir más horas el fin de semana.

 

Deuda de sueño: por qué no compensa dormir más horas el fin de semana.



Dormir menos de siete horas diarias de manera recurrente afecta a la calidad de vida y promueve la aparición de enfermedades. Y muchos ni siquiera llegan a eso, la media de sueño diaria entre semana es de 6,8 horas según datos arrojados por la encuesta "¿Cómo duermen los españoles?", llevada a cabo por el Instituto de Investigación Social (IPSOS) en colaboración con la Sociedad Española del Sueño (SES). Y la cuenta empeora para las mujeres y personas mayores.

Mucha gente intenta recuperar ese sueño perdido durmiendo más horas el fin de semana. Por ejemplo, de lunes a viernes, entre el trabajo y otras obligaciones, te faltan dos horas de sueño cada noche. O sea que es como si hubieras pasado una noche en blanco. Así que cuando llega el fin de semana, haces acopio de sueño el sábado y el domingo, y duermes 10 horas seguidas los dos días.

Pero la ‘deuda de sueño’ -la diferencia entre las horas que deberías dormir, y las que de verdad duermes- no se puede compensar así, y tiene consecuencias para la salud si se produce de forma continuada.

De hecho, tras varios días con horas de sueño por debajo de lo necesario el estado de ánimo se puede ver alterado, generando un sentimiento de malestar y tristeza que puede permanecer pese a dormir un día tres o cuatro horas más de lo habitual.

Y otra cosa que tienes que saber: lo de acostumbrarse a dormir menos es un mito. En los experimentos realizados para medir las consecuencias de dormir unas horas menos cada noche, los sujetos no se adaptaban a la pérdida de sueño, sino que acumulaban deterioro físico.

Entre los estudios que explican que la falta de sueño no se recupera en el fin de semana destaca un trabajo elaborado por Universidad de Granada (UGR)-Grupo Lo Mónaco que asegura que la ‘deuda de sueño’ no solo no se recupera sino que conlleva una factura psicológica o, lo que es lo mismoproblemas en la concentración, problemas de memoria y una mayor tendencia a la tristeza y ansiedad.

La fatiga, desorientación e irritabilidad por las mañanas, son algunas consecuencias de la falta de sueño. A largo plazo es aún peor: Más grasa corporal, aumento de peso, resistencia a la insulina, diabetes, enfermedades cardiovasculares, estrés, trastornos del apetito, falta de concentración y de memoria, peor esperanza de vida y peor sexo.

Las curas de sueño no valen si perpetuas la escasez de horas dormidas

Según expertos de la Cátedra de Investigación del Sueño de la UGR, ya sea por un exceso de trabajo u obligaciones, porque el prime time español es a una hora muy tardía o porque debido a la pandemia y el confinamiento cada vez usamos más internet, se duerme menos entre semana con idea de recuperar las horas perdidas el fin de semana.

Sin embargo, las consecuencias que tiene la falta de sueño pueden no recuperarse automáticamente al dormir más. Es decir, que si has pasado una mala semana y necesitas acabar con la deuda de sueño durante el fin de semana, no lo conseguirás totalmente, aunque es posible que sí que recuperes parte.

"Es probable que durmiendo unas horas más el fin de semana desaparezca la apatía a nivel emocional generada al dormir poco en los días anteriores”, apunta el doctor Alejandro Guillén Riquelme.

Además, según señala el experto, “mientras que si duermes mal un día, bastará con recuperar a la noche siguiente (la pérdida de sueño puntual no causa un daño importante), no deberías acumular demasiadas jornadas durmiendo mal ya que el sueño acumulado no se recupera durante el fin de semana si es algo común y constante”.

Por otro lado, es importante tener en cuenta que aumentar las horas de sueño el fin de semana puede ser un arma de doble filo. Aunque provoque -en algunos casos- sensación de descanso, luego puede generar dificultades a la hora de conciliar el sueño la siguiente noche, magnificando así los efectos nocivos.

La falta de descanso genera una reacción en cadena... y engorda

Además, al ser continuado deja huella a todos los niveles: un descanso insuficiente prolongado en el tiempo afecta al ritmo circadiano (tu reloj interno) y, en consecuencia, a la producción de hormonas.

Esto impediría un buen funcionamiento del organismo (algo que no se compensa tan fácilmente durmiendo más el fin de semana), y este desajuste hormonal puede traducirse en un aumento de peso.

¿Se puede ‘saldar’ la deuda?

La solución es dormir un poco más cada día, dando al cuerpo la oportunidad de recuperarse y retomar el ritmo natural de sueño y vigilia. Según el doctor Lawrence J. Epstein, del Centro de Salud para el Sueño de Harvard, no es suficiente con los fines de semana. Para llegar a saldar una ‘deuda de sueño’ habría que recuperar sueño siempre que sea posible: el fin de semana, durante la semana, y a largo plazo, tomándose unas vacaciones en las que sea posible dormir a pierna suelta.

Lo que puedes hacer para no acumular ‘deuda de sueño’

  • No mires a la pantalla del móvil al menos desde una hora antes de ir a la cama, la luz azul de la pantalla inhibe la melatonina, que es el neurotransmisor que induce el sueño.

  • Despiértate y acuéstate todos los días que puedas a la misma hora. Si de vez en cuanto te lo saltas, al menos levántante a la misma hora que el resto de los días. Por la noche estarás más cansado y tu cuerpo se recuperará mejor.

  • Date una ducha ‘fresca’ antes de ir a la cama. Bajar la temperatura del cuerpo envía al cerebro el mensaje de que es hora de dormir.

  • Evita quedarte cinco minutos más en la cama, solo hará que te encuentres peor durante el día y te cueste conciliar el sueño durante la noche.

  • Si duermes la siesta durante el día, no más de 20 minutos, podría interferir con tu sueño nocturno

viernes, 5 de febrero de 2021

Tener papada aumenta las posibilidades de sufrir problemas de corazón

 

Tener papada aumenta las posibilidades de sufrir problemas de corazón.



Mónica De Haro

vie, 5 de febrero de 2021 11:31 a. m.

La papada, aunque cueste aceptarlo, puede estar causada por los patrones familiares de los que eres descendiente. Si tienes papada y varias personas en tu familia la tienen, probablemente puedas culpar a tus genes. Además, los procesos de envejecimiento empeoran la situación, debido a que es natural que la piel y los músculos pierdan firmeza con el tiempo. En este caso, no tienes nada de lo que preocuparte.

Pero, ¡cuidado! No debes pensar que la papada es un problema estético. Si la cantidad de grasa es notable y va aumentando con el tiempo, estaríamos ante otro caso.

Un estudio sugiere que la acumulación de grasa en el cuello es un factor predictor de adiposidad central y total, riesgo cardiometabólico (problemas de corazón) y perfil inflamatorio en adultos jóvenes sedentarios.

Es la conclusión de una investigación realizada en la Universidad de Granada (UGR) que forma parte del proyecto ACTIBATE (Activating Brown AdiposeTissueThrough Exercise).

"Curiosamente, varios informes han mostrado que la acumulación de grasa en el cuello, tanto depósitos superficiales como la papada como los depósitos más profundos, situados entre músculos y alrededor de las vértebras cervicales, aumenta de forma directamente proporcional al peso o adiposidad del sujeto, siguiendo patrones específicos de acumulación, según el sexo", explica la investigadora María José Arias Téllez, una de las autores principales de este trabajo.

De hecho, el incremento de la acumulación de grasa en ciertos compartimientos/depósitos del cuello (principalmente profundos) está relacionado con la propensión a presentar diabetes tipo 2 o alguna enfermedad cardiovascular.

Sin embargo, esta evidencia acumulada hasta el momento se basaba en experimentos realizados en pacientes con tumores benignos/malignos u otras patologías crónicas, y si puede generalizarse a adultos relativamente sanos está aún por determinarse.

La nueva investigación muestra que la acumulación de grasa en el cuello medida con tomografía computada, así como su distribución en diferentes compartimentos, se asocia con mayor adiposidad total y central, mayor riesgo cardiometabólico y un estatus más pro-inflamatorio en adultos jóvenes sanos, de forma independiente a la cantidad de grasa total y visceral.

Además, entre los hallazgos más relevantes, se observó que esta acumulación de grasa en el cuello era un factor tan potente (en términos de dirección y magnitud) como la acumulación de grasa visceral en la predicción del riesgo cardiometabólico y estado inflamatorio, especialmente en hombres.

Estos resultados refuerzan la necesidad de seguir investigando en esta nueva línea, con el objetivo de entender el efecto de la acumulación de grasa en la parte superior del tronco, incluyendo el cuello, y sus repercusiones a nivel clínico, especialmente en el riesgo cardiometabólico e inflamación", señala otro de los autores principales de la investigación, Francisco Miguel Acosta Manzano.

"Aún tenemos mucho que hacer al respecto, ya que es necesario investigar el tejido adiposo del cuello en mayor profundidad, para entender su rol patogénico en la obesidad y comorbilidades asociadas, así como entender su importancia biológica", añade. "Además, apenas tenemos conocimiento acerca de las características morfológicas o moleculares de los adipocitos de estos depósitos, por lo que la implementación de estudios básicos será necesaria".

Los investigadores esperan que a medida que se incremente el conocimiento de este depósito, también se podrá investigar si intervenciones específicas, como el ejercicio físico y/o la restricción calórica, podrían ayudar a reducir la acumulación de grasa en el cuello e implementarse a nivel clínico.