España,
lastrada por la corrupción y la inoperancia política en el ranking de
competitividad mundial
04 septiembre 2014, 10:07
el informe anual del ‘foro
económico mundial’ sobre competitividad escruta absolutamente todo lo que
se te pueda ocurrir de un país, convirtiendo a este ranking en –probablemente-
el más completo y preciso del mundo. en total analiza 12 pilares en 164
indicadores que abordan desde datos macroeconómicos, hasta el desempeño de los
políticos y las instituciones, la distribución de los fondos públicos, las
condiciones laborales o el impacto de las enfermedades en la población. un
análisis pormenorizado de 144 países que lideran suiza, singapur y eeuu,
y en el que españa se sitúa en un modesto puesto 35, lastrado por la corrupción
y la falta de eficiencia de la clase política
en el listado
mejoran con respecto al informe del año pasado eeuu (que gana dos puestos hasta
situarse tercero), japón (del 9 al 6), se mantienen las dos más competitivas
(suiza y singapur), holanda (8 posición) y empeoran ligeramente alemania (que
pierde un puesto hasta la 5 plaza), finlandia (del 3er al 4º puesto) y suecia
(del 6º de 2013 al 10º actual). uno de los más destacados es portugal,
que se impulsó 15 puestos hasta el 36, uno menos que españa
“el informe de competitividad mundial
2014-2015 sale a la luz en un momento en el que la economía global parece
finalmente haber dejado atrás la peor y más prolongada crisis económica y
fiscal de los últimos 80 años”, tal y como apunta el documento , presentado
en la sede del organismo en ginebra
pero merece la pena detenerse en
españa, que se mantiene en el puesto número 35 lastrada por el
rescate bancario y su papel frente al escenario macroeconómico mundial. además,
suspende estrepitosamente en puntos como la “confianza de los ciudadanos en sus
políticos” (donde cosecha 2,2 puntos sobre 7 –uno de los peores del informe-) o
en el apartado de “pagos irregulares y sobornos en contratos públicos y
licencias” (2,9 puntos sobre 7, lo que indica que es bastante común).
además somos uno de los países que menos incentiva la inversión o el empleo a
través de los impuestos, en el que más complicado es acceder a un préstamo (1,7
puntos sobre 7, entre los 10 peores del mundo) y con poca eficiencia de su
clase política (3,1 puntos sobre 7)
suspendemos también en indicadores
como ‘protección a la propiedad intelectual’, ‘ética y corrupción’, ‘independencia
de la justicia’, ‘despilfarro del gasto público’, ‘calidad del sistema
educativo’, ‘relación de salarios y productividad’, ‘políticas de contratación
y despido’ o la poca capacidad para retener el talento
mientras, en el otro extremo, para
los analistas del foro económico mundial somos punteros en ratios de
escolarización, en sanidad, en esperanza de vida o en infraestructuras,
puntos que compensan la balanza y nos permiten aprobar con una nota de 4,5
puntos sobre 7. dejando claro que aún tenemos mucho margen para mejorar
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