Consejos para caminar de un modo saludable y sacar
partido a cada paso
Caminar ofrece ventajas como
una baja sobrecarga articular, estimulación de los músculos de la espalda,
cuello y pelvis, y la facilidad para practicarlo en cualquier lugar sin
necesidad de utilizar materiales complejos ni costosos.
Caminar estimula el buen
funcionamiento del organismo. Nos ayuda a 'oxigenarnos', a mejorar la
circuñación sanguínea, eliminar toxinas, fortalecer el
corazón, tonificar los músculos, y relajarse mental y físicamente.
Sin embargo, su baja
intensidad requiere realizarlo en tandas de tiempo más prolongadas que
permiten conseguir el gasto energético deseado.
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correctamente para adelgazar?
Lo primero, es adoptar la postura
correcta que te ayudará a respirar bien y mantener la línea corporal. Lo
conseguirás teniendo en cuenta estas pautas:
- Camina con la cabeza
mirando al frente.
- Cuello y hombros
relajados.
- Brazos sueltos, paralelos
al tronco y balanceándose como un péndulo, ¡nunca quietos!
- Codos y muñecas relajados.
- Espalda erguida y cintura
relajada.
- Abdomen tenso.
Es importante vestir ropa y
calzado cómodo, así como evitar llevar cargas como bolsos, carteras o bultos
muy pesados, para mantener un paso firme y adecuado.
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depresión
En cada paso, se debe
comenzar apoyando levemente el talón, para progresivamente ir apoyando el resto
de la planta del pie, hasta impulsarse finalmente con los dedos de los pies.
La marcha nórdica mejora de la capacidad cardiovascular y
la oxigenación.
En cuanto a la zancada,
lo mejor es caminar dano paso de tamaño mediano, no demasiado grandes.
La pisada debe seguir la
cadencia talón-mediopié-punta.
Ahora que conoces los
principios básicos de una buena caminata, quizás te animes a dar un paso más. Incorporar
unos bastones a la actividad de andar mejorará sustancialmente nuestro
estado físico y psíquico. A esto se le llama marcha nórdica.
Caminar con palos potencia
el ejercicio y sus beneficios de manera cuantitativa y cualitativa.
El uso de los bastones hace
que los brazos participen más activamente evitando el balanceo corporal y
favoreciendo una postura erguida.
Además, la llamada marcha
nórdica 'obliga' al cuerpo a utilizar alrededor del 80-90 por ciento de sus
músculos mientras que en la marcha convencional se aproxima a un 60 por ciento.
Tiene su técnica, y contempla una serie de ejercicios de calentamiento y
estiramiento
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