El grupo sanguíneo influye en la frecuencia de ciertas
enfermedades
mar, 5 may 2015 10:40 CEST
Tener predisposición no significa que la enfermedad
aparezca irremediablemente. Cuanto mejor sea nuestro estilo de vida y más nos
cuidemos (alimentándonos bien, durmiendo lo necesario o haciendo ejercicio
entre otras cosas) más conseguiremos alejarnos de ese riesgo.
Precisamente el hecho de
conocer de antemano la situación nos ayuda a ponerle remedio. Por eso,
Doctissimo ha recopilado para ti información sobre los diferentes grupos
sanguíneos y su relación con la salud. Comprueba cuáles son “tus puntos
débiles” y pon mayor empeño en cuidarlos.
Las proteínas marcan la
diferencia
Desde principios del siglo
XX (1900-1902) –y gracias al patólogo y biólogo australiano Karl Landsteiner–
se conoce que existen 4 tipos sanguíneos diferentes: 0; A, B; AB. Se denominan
con esas letras porque cada una de ellas responde a una proteína presente en
los glóbulos rojos. La sangre de tipo 0 no tienen ninguna proteína; la A
contiene la proteína A; lo mismo ocurre con la B; y la AB contiene las dos
proteínas en la cubierta del glóbulo rojo.
La clasificación no termina
en esos 4 grupos porque, en cada uno de ellos hay dos variantes del factor Rh o
Rhesus. Ese factor es, en realidad, otra proteína y se dice que el Rh es
negativo cuando no está presente; en cambio es factor positivo cuando sí se detecta.
Tener Rh positivo es lo más común en todas las razas.
Por otro lado, las sangres
de los tipos 0 y A son las más habituales: en España casi está igualado el
número de personas que tienen una y otra; en Latinoamérica lo más común es la
tipología 0; y el grupo AB es la menos habitual en todo el Planeta.
El hecho de tener uno u otro
tipo de sangre no solo es importante a la hora de dar o recibir una transfusión
sino que –como veremos a continuación– también contribuye a que suframos
ciertas dolencias.
¿Qué sangre tienes tú?
De tipo 0. Si
estás en este grupo, tu corazón tiene una protección que le viene “de serie”.
Eso quiere decir que, si te cuidas, tienes menos riesgo de sufrir un infarto
que las personas con otros tipos de sangre. ¿Y por qué esa circunstancia? Pues
porque no está tan presente una proteína –bautizada como VIII-von Willebrandt–
que provoca que la sangre se haga más densa y aparezcan los problemas
cardiacos.
Al parecer, también habría
menos riesgo de tener cáncer de páncreas y cáncer de pulmón (más común entre
las personas con sangre A, B o AB), aunque todavía no se ha descubierto por
qué.
Pero no todo es positivo
porque el tipo de sangre 0 predispone a sufrir úlceras duodenales y gástricas.
Además, según indican algunos estudios, también hay mayor grado de infertilidad
y de artritis (pudiera ser que también de otras enfermedades autoinmunes y de
alergias) en estas mujeres.
Hay que recordar que ellos
pueden donar a cualquier otro (son donantes universales), pero solo pueden
recibir su mismo tipo de sangre.
De tipo A. Las
características de esta sangre, y en concreto el gen que da lugar a ella,
determinan que se padezca más tumores gástricos que el resto de la población.
Es un dato a tener en cuenta, sin duda. Pero no pierdas de vista este otro:
también estas personas suelen tener cifras más altas de colesterol malo (LDL).
En este caso, pueden recibir
sangre de su mismo grupo y del grupo 0 pero ninguno más. Pueden donar a los de
su mismo tipo y también a los de AB.
Sangre de tipo B. Al igual que los anteriores, las proteínas de su sangre
pueden favorecer que sea más espesa, que se formen coágulos y que se acumule
más fácilmente en las arterias. Eso les hace más vulnerables a los eventos
cardiacos y deben seguir un estilo de vida que proteja su sistema
cardiovascular en general y su corazón en particular.
Aunque no está
científicamente comprobado, algunos autores señalan que este grupo es más
sensible a infecciones intestinales y diarreas.
Pueden recibir su mismo tipo
de sangre y del grupo 0, pero ninguno más. Pueden donar a los de su mismo grupo
y a los de AB.
Sangre de tipo AB. Si los dos “perfiles sanguíneos” anteriores deben cuidar
su estilo de vida para que no se dispare ni su colesterol ni su presión
arterial, los que se incluyen en este grupo deben poner todavía más empeño en
ello, ya que el riesgo –tanto de infarto como de ictus– es mayor.
Al parecer, las bronquitis
también pueden ser más frecuentes en estas personas.
Pueden recibir cualquier
sangre (son receptores universales) pero solo pueden dar la suya a otros AB.
Fuentes:
- “ABO Blood Group and Risk
of Coronary Heart Disease in two Prospective Cohort Studies”, Melan He, Brian
Wolpin et al. Arterioesclerosis, Thrombosis and Vascular Biology. 2012
- “Implications of Blood Type
for Ovarian Reserve”. Edward J. Nejat, Lubna Pal et al. Yale University
- “ABO Blood Group and the
Risk of Pancreatic Cancer”. Brian M. Wolpin et al. Journal of the National
Cancer Institute
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