Los efectos del microondas en la salud
En los años 40, Percy
Spenser, un empleado de la Raytheon Company, compañía estadounidense del sector
de la defensa, durante un experimento con las microondas, se dio cuenta por
casualidad de que la barrita de chocolate que llevaba en el bolsillo se
derretía al estar expuesta a las ondas.
Un par de años más tarde, en
1946, la Raytheon patentó el proceso de cocción con microondas y en 1947, la
empresa construyó el primer horno microondas, bastante diferente a los que hoy
tenemos en nuestras cocinas, tan manejables y de diseño.
¿Cómo funciona un horno
microondas?
El horno microondas es un
electrodoméstico que utiliza la acción de las microondas para cocinar la comida
rápidamente. La parte principal del horno microondas es el magnetrón de cavidad
resonante, un dispositivo que genera ondas electromagnéticas.
La frecuencia de las
radiaciones generadas por los hornos microondas provoca una energía estática
que hace que las moleculares de agua, lípidos y carbohidratos presentes en la
comida se pongan en movimiento. Esta reacción genera calor y esto hace que se
caliente la comida.
El microondas y los efectos
sobre la salud
Durante los años en los que
se empezaban a difundir los primeros hornos microondas en las cocinas
españolas, en Rusia se descubría que este pequeño electrodoméstico tenía
efectos perjudiciales para la salud, y en 1976 el Estado llegó incluso a
prohibirlos dentro de sus fronteras.
Las ondas electromagnéticas
generadas por los primeros modelos parecían capaces de dañar la estructura
molecular de los alimentos. Alimentos como la carne, la leche y las verduras
podían originar sustancias cancerígenas o perder parte de sus propiedades
nutricionales, sobre todo las vitaminas.
La posibilidad de que el
calentamiento en el microondas pudiese favorecer el desarrollo de tumores
malignos en el estómago generó un gran alarmismo.
Desde entonces, la
tecnología ha hecho grandes progresos, y tanto es así que, durante los primeros
años de la década de los 90, Rusia también revocó la prohibición de venderlos.
Hoy en día, a falta de fuentes que certifiquen su peligrosidad, el uso del
horno microondas se considera algo seguro.
Además, estudios recientes
han demostrado que únicamente una exposición prolongada y continuada a las
ondas electromagnéticas puede tener efectos cancerígenos. Esto no sucede con
los hornos microondas, ya que las fugas de radiación son muy bajas y los
dispositivos de seguridad han sido sometidos a controles en condiciones
críticas que garantizan el correcto funcionamiento del microondas excluyendo el
peligro de fugas de ondas peligrosas para la salud. Lee el
artículo: Leyendas y verdades sobre el cáncer.
¿Cuándo es un enemigo el
microondas?
Para descongelar (sin
cocer), calentar la comida, o cocinar verduras preservando sus propiedades
nutricionales, el microondas parecería la solución ideal. Según algunos
estudios, conseguiría, por ejemplo, preservar un 75% más de Vitamina C en los
alimentos con respecto a las técnicas de cocción tradicionales.
Sin embargo, el microondas
esconde algunos peligros ocultos para los consumidores, como cuando un alimento
se calienta durante un tiempo demasiado breve o excesivamente prolongado, o
cuando la cocción no es uniforme. Una cocción incompleta de la comida, puede
favorecer la contaminación bacteriana, causante de enfermedades de transmisión
alimentaria.
Los líquidos y alimentos con
cáscara calentados o cocinados en el microondas pueden ser otro problema, ya
que en ambos casos se trata de alimentos que pueden alcanzar temperaturas
superiores al punto normal de ebullición o sufrir una subida de presión.
Este sobrecalentamiento
también podría provocar que exploten. Por ejemplo, un vaso de cristal lleno de
leche que ha sido calentado demasiado tiempo, puede explotar cuando se coge en
la mano para sacarlo del microondas.
Si se meten huevos enteros a
cocer, estos pueden llegar a explotar, provocando quemaduras y lesiones en la
cara y en los ojos.
Los alimentos con una
envoltura externa como tomates, patatas o salchichas, pueden hincharse hasta explotar
no solo dentro del horno, sino también fuera de este. Para una mayor seguridad,
se recomienda quitarles la piel o pincharlos con el tenedor antes de meterlos
en el microondas.
Tampoco se deben meter en el
microondas comidas ricas en grasas, como por ejemplo recetas que contengan
bechamel, manteca, nata, o panceta. Las grasas se descomponen en el microondas
produciendo peróxidos (escorias tóxicas derivadas del proceso de oxidación) en
mayor cantidad que la provocada con los métodos de cocción tradicional.
El decálogo para un uso
correcto del microondas
1 – Sigue las instrucciones de uso que podrás encontrar
dentro de la caja en el momento de la compra del electrodoméstico.
2 – No enciendas el horno microondas sin nada dentro, podría
estropearse para siempre.
3 – Controla el estado de desgaste del microondas. Un abuso
o la acumulación de polvo puede reducir la eficacia de las juntas y causar una
pequeña fuga de microondas. Sustituye las juntas si están defectuosas y
mantenlo siempre limpio.
4 – En caso de avería o daño, no intentes arreglarlo por ti
mismo. Las reparaciones las debe realizar un técnico competente y cualificado.
5 – No utilices el horno microondas si la puerta no se cierra
correctamente. No desactives o pases por alto los dispositivos de bloqueo y de
seguridad.
6 – No todos los alimentos se pueden cocinar en el horno
microondas.
7 – Respeta siempre los tiempos de cocción y recuerda: una
pequeña cantidad de alimentos poco húmedos, como el pan, se puede incendiar si
se mantiene mucho tiempo en el microondas.
8 – Utiliza un guante para horno antes de extraer los
recipientes usados para la cocción en el microondas, teniendo cuidado con las
posibles salpicaduras.
9 – Antes de servir la comida cocinada o las bebidas
calentadas en el microondas, espera entre 10 y 30 segundos, sobre todo si el
alimento es para un niño.
10 – No introduzcas en el microondas recipientes metálicos o
con acabados en metal, como las prácticas bandejitas de usar y tirar. Usa los
recipientes de cristal o cerámica, permeables a las ondas, o aquellos creados
especialmente para calentar o cocinar las comidas en el horno microondas.