Un estudio revela por qué hay gente que siempre llega tarde

Un estudio revela por qué hay gente que siempre llega tarde

La Universidad de San Diego State revela en una investigación que exiten personas que perciben el tiempo de una manera diferente

¿Te molesta que alguien llegue tarde a una cita? Pues vete acostumbrando a perdonar este tipo de comportamientos, porque parece que los más tardones no fallan por simple mala educación, sino por algo mucho más complejo: perciben el tiempo de una manera diferente al resto de los mortales.

Así lo asegura un estudio realizado en la Universidad de San Diego State que ha analizado los motivos que se esconden detrás de la impuntualidad. ¿Por qué alguien llega tarde? ¿Por qué hay personas que tienen tendencia a ser impuntuales?

Los investigadores han llegado a la conclusión de que las personas a las que se les pegan las sábanas o que llegan tarde a sus citas lo hacen porque “tienen la percepción del tiempo alterada”. Es decir, que perciben el tiempo de una manera completamente diferente a como lo percibimos los demás.

Según la investigación llevada a cabo por el doctor Jeff Conte, existen dos clases de personas: las de clase A y las de clase B. Las primeras disponen de la capacidad para percibir el tiempo de una manera más precisa, mientras que las segundas perciben el tiempo de forma más lenta.

Esta peculiaridad hace que piensen en que las personas del tipo B se organicen peor y tiendan a llenar su agenda de muchas más tareas de las que realmente pueden acometer. Es decir, planifican mucho peor y por eso siempre llevan un cierto retraso que les impide llegar a la hora.

Para llegar a esta conclusión, los científicos realizaron una prueba simple pero efectiva. Primero, los sujetos estudiados fueron divididos en dos grupos: los que se consideraban puntuales y los que no. A continuación, debían determinar el tiempo transcurrido hasta llegar a un minuto.

Los que pensaban que eran puntuales aseguraban que el minuto duraba unos 58 segundos. Sin embargo, los del otro grupo dijeron de media que un minuto duraba 77 segundos.

Así que los que lleguen tarde al trabajo mañana tienen la excusa perfecta: “Jefe, no se cabree. Soy del tipo B”.