¿Por qué siempre te pones enfermo en vacaciones (o fin de
semana)?
El trabajo y el ritmo diario
suele mantenernos ocupados y alerta. Sabemos (y el organismo también)
que no podemos permitirnos el lujo de caer enfermos. Y vamos tirando como
podemos, hasta que llegan las vacaciones.
El dolor muscular es uno de los
síntomas principales de la enfermedad el ocio.
Entonces, de pronto, algunas
personas empiezan a encontrarse mal. Les duele la cabeza, tienen náuseas,
dolores musculares, e incluso infecciones comunes como resfriados y gripe. ¿Qué
diablos pasa?
Es como si las hormonas
del estrés te ayudaran a cumplir con las fechas límite en el trabajo, pero
después se descompensaran dejándote expuesto a las infecciones.
Un psicólogo holandés ha
hallado las respuesta: sufres el síndrome o la enfermedad del ocio.
Mientras estás trabajando
(en activo), tu cuerpo produce adrenalina y esto te permite adaptarte al
estrés. Al mismo tiempo, tu sistema inmunológico aumenta su capacidad y esto
aumenta tu resistencia a las enfermedades.
[Relacionado: Soluciones
para situaciones de estrés]
"Las personas con
un sentido de responsabilidad hiperdesarrollado, perfeccionistas y
ambiciosos suelen padecer este síndorme" explica el profesor Ad
Vingerhoets, de la Universidad de
Tilburg.
De manera que la
adrenalina (y otros sustancias como el cortisol) les ayudan a lidiar con el
estrés y también refuerzan su sistema inmunitario para luchar contra las
infecciones y mantenerse sanos. Pero al pasar de una actividad frenética al
descanso total, sin una transición, se produce un colapso en el sistema.
Y es que, para algunos,
romper la rutina diaria puede ser más peligroso que para otros.
Por eso, en estos casos, se
recomienda realizar algo de ejercicio físico al terminar la jornada (o
la semana) laboral en lugar de irse directamente a casa a tirarse al sofá.
La falta de actividad puede provocar
mareos, nauseas y cefalea.
Dar un paseo, ir a cenar, a
un concierto... Buscar actividades recreativas que nos mantengan ocupados (de
otro modo) y, poco a poco vayan, ir disminuyendo la intensidad.
[Relacionado: La mejor
hora para hacer ejercicio]
Otra recomendación, a nivel
psicológico, es tratar de mantener el equilibrio en la vida.
"Hay que concenciarse
de que además del trabajo hay otras cosas divertidas e interesantes en la
vida", explica el experto.
"Suele haber un aumento
en la cantidad de trabajo en los días previos a las vacaciones, que debería
evitarse. La gente debería disminuir su cantidad de trabajo antes de su
descanso anual", añade.
Por otro lado, a media
que Vingerhoets profundizaba en investigación descubrió que, en muchos
casos, la enfermedad del ocio estaba asociada a la aparición de un evento
importante en la vida como una boda, el nacimiento del primer hijo o un
cambio de trabajo.
Estos cambios radicales
ponen a prueba nuestra resistencia. Por eso se debe actuar con calma y
naturalidad, y de nuevo, recurrir al ejercicio físico para descargar nervios y
ansiedad. Buscar una aficción y ser constante evitará muchos conflictos
internos.
"El deporte despeja la
mente y ayuda a equilibrar nuestro cuerpo", concluye el experto.
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