Agente Inmobiliario De tu Zona

Agente Inmobiliario De tu Zona
Inmobliario Personal

lunes, 24 de agosto de 2020

Las 5 libertades que debes conquistar para vivir plenamente.

 

Las 5 libertades que debes conquistar para vivir plenamente.



Una persona sana y plena es, ante todo, una persona auténtica en la relación consigo misma y con los demás. El autoconocimiento es la brújula que nos indica el camino y la coherencia es la manera de recorrerlo. Sin ellos corremos el riesgo de perdernos e ir por la vida dando tumbos, lo cual aumenta la propensión a desarrollar desequilibrios emocionales que terminarán afectando nuestro bienestar y nos impedirán desarrollar al máximo nuestro potencial.

Identidades limitadas, vidas cercenadas


Virginia Satir, pionera de la terapia familiar, estaba convencida de que muchos de los problemas psicológicos se deben a las identidades limitadas. Una identidad limitada es aquella que no se ha explorado suficientemente y es capaz de expresarse con autenticidad.

Por desgracia, existen muchos factores que pueden limitar nuestro potencial. Los sistemas de creencias demasiado rígidos y las expectativas sociales sobre lo que debemos ser o cómo debemos comportarnos levantan muros a nuestro alrededor que nos impiden desarrollar completamente nuestro potencial.

Vivir pendientes de los juicios externos o compararse continuamente de los demás son otras maneras de limitar nuestra identidad. La búsqueda de la aprobación social puede llevarnos a perseguir objetivos ajenos, que no nos hacen felices. En el peor de los casos, nuestra identidad se diluirá a fuerza de esconder lo que sentimos o pensamos para intentar encajar.

¿El antídoto? Encontrar nuestra propia voz.

Satir pensaba que el camino hacia una vida más plena pasa por reconectar con nosotros mismos, hacer un profundo ejercicio de introspección que nos permita aceptar y reafirmar lo que pensamos y sentimos.

El segundo paso consiste en aprender a tomar decisiones honestas y coherentes, en el respeto hacia uno mismo y los demás, para asumir la responsabilidad que implica dar forma a nuestro futuro. Solo así podremos convertirnos en los verdaderos arquitectos de nuestra vida.

El crecimiento personal como camino de autodescubrimiento y liberación

Satir creía que, para construir la vida que deseamos y convertirnos en la persona que queremos ser, necesitamos reconquistar cinco libertadesEl objetivo es sencillo: dejar de mirar obsesivamente fuera y comenzar a mirar dentro para redescubrir nuestros recursos psicológicos, esos que nos ayudarán a levantarnos cuando caigamos y vivir de forma más plena y auténtica.

1. Libertad para ver y escuchar lo que te rodea, en vez de lo que “debería” ser, fue o será

Muchas personas dejan de prestar atención a lo que ocurre aquí y ahora para comenzar a vivir cada vez más en el pasado o el futuro. Así terminan arrastradas hasta las profundidades de su pasado, aplastadas bajo el peso de la culpa, o viviendo en un futuro de realidades ficticias marcado por la incertidumbre y la aprensión.

Para vivir plenamente, al contrario, necesitamos concentrarnos en el presente. De hecho, un estudio realizado en la Universitat Jaume I constató que la práctica del mindfulness nos hace más felices y productivos. También se relaciona con una identidad clara y comportamientos significativos y congruentes, como comprobaron investigadores australianos. Por tanto, solo debemos asegurarnos de aplicar este proverbio zen: “Cuando camines, camina. Cuando comas, come”.

2. Libertad para decir lo que sientes y piensas, en vez de lo que “deberías” sentir y pensar

La congruencia es un concepto fundamental en el enfoque de Satir para lograr el cambio personal que promueva el equilibrio y el bienestar. Si reprimimos continuamente lo que pensamos o sentimos por miedo a lo que pensarán los demás o para conseguir su aprobación, terminamos traicionándonos, perdiendo cada vez más el contacto con nuestros deseos, ideas y necesidades.

Satir era tajante al respecto: no debemos sentirnos culpables solo porque a otra persona no le guste lo que hacemos, decimos, pensamos o sentimos. Tenemos que recuperar la capacidad para comunicarnos de manera coherente y expresar nuestros deseos y necesidades abiertamente - siempre respetando a los demás, pero manteniéndonos fieles a nuestra esencia.

3. Libertad para sentir lo que sientes, en vez de lo que “deberías” sentir

Catalogar las emociones como positivas o negativas puede generar una auténtica discapacidad afectiva que nos haga sentir mal o incluso culpables cuando sentimos algo que, supuestamente, no deberíamos sentir. Satir se dio cuenta de ello y advirtió que era el camino más directo hacia los desequilibrios emocionales.

Para vivir de forma más plena necesitamos asumir que todas y cada una de nuestras emociones son válidas. Eso pasa por comprender los beneficios de las emociones negativas. Comprender, por ejemplo, que la tristeza promueve un pensamiento más atento, preciso y orientado a los detalles y que la ira nos motiva a alcanzar nuestros objetivos. Solo necesitamos aprender a gestionar esas emociones asertivamente, pero para ello, primero debemos darnos la libertad para experimentarlas.

4. Libertad para pedir lo que quieras, en vez de esperar siempre el permiso

Muchas personas no tienen el coraje suficiente para reclamar sus derechos o expresar sus deseos y necesidades. A veces incluso se sienten culpables y se relegan a un segundo plano, de manera que no es inusual que terminen cayendo en relaciones de dependencia emocional o manipulación que limitan enormemente su libertad personal.

Satir, al contrario, nos recuerda que tenemos derecho a no dejarnos engañar, manipular o tratar injustamente. Tenemos derecho a decir “no” cuando algo no nos gusta. A rechazar responsabilidades que no nos corresponden. A hacer notar a los demás que sus actitudes o comportamientos nos molestan o dañan. Y todo eso sin sentirnos culpables.

5. Libertad para asumir riesgos, en vez de elegir lo seguro y previsible

La zona de confort es un espacio donde todos nos sentimos seguros y cómodos. Pero no es el espacio donde se produce el crecimiento que nos permite explorar nuestras potencialidades. De hecho, a menudo se convierte en una “jaula de oro”. Solo podemos expandir nuestros límites y conocernos mejor cuando abandonamos esa sensación de seguridad y nos enfrentemos cara a cara con la incertidumbre.

Por eso, la última de las libertades que debemos darnos es la libertad para perseguir nuestros sueños y hacer realidad nuestros proyectos, incluso los más ambiciosos. Para ello, debemos estar dispuestos a correr riesgos y no elegir siempre el camino más seguro o el que han marcado los demás. Por supuesto, es probable que a lo largo de ese camino cometamos errores. Así que también debemos darnos el derecho a equivocarnos y prepararnos para asumir las consecuencias.

Ese camino de descubrimiento personal es uno de los más apasionantes que podemos emprender en nuestra vida. No será fácil. Como escribiera Satir, “sé que tengo aspectos que me desconciertan y otros que desconozco. Pero mientras me estime y me quiera, puedo buscar con valor y optimismo soluciones para las incógnitas e ir descubriéndome cada vez más”.



No hay comentarios:

Publicar un comentario