Agente Inmobiliario De tu Zona

Agente Inmobiliario De tu Zona
Inmobliario Personal

jueves, 30 de abril de 2020

Qué pueden hacer las agencias inmobiliarias en cada fase del desconfinamiento.


Qué pueden hacer las agencias inmobiliarias en cada fase del desconfinamiento.



Las medidas del desconfinamiento anunciadas por el Gobierno contemplan la reactivación escalonada de la actividad económica y empresarial en varias fases. Pero, ¿cómo se aplican exactamente para el sector inmobiliario?

Fase 0: atención a clientes con cita previa

El estadio previo al desconfinamiento, bautizado como fase 0, comenzará el 4 de mayo y prevé la apertura de locales y establecimientos comerciales con cita previa para la atención individual de los clientes. 
Es decir, en esta fase las agencias inmobiliarias podrán volver a abrir sus oficinas, pero solo para atender consultas concertadas previamente. Las indicaciones de las autoridades, además, especifican que se deberá garantizar al máximo la seguridad tanto de los profesionales como de los clientes. Si el servicio profesional requiere contacto con el cliente, es obligatorio el uso de medidas de protección como guantes y mascarilla. 

Fase 1: apertura en condiciones de estricta seguridad

La fase 1 se extenderá, previsiblemente, del 11 al 25 de mayo, aunque puede variar en función de la evolución del virus en cada territorio. De hecho, las islas de Formentera, El Hierro, La Gomera y La Graciosa entrarán en esta fase de manera anticipada el 4 de mayo. 
Durante esta fase podrán abrir los establecimientos, excepto los centros o parques comerciales. Es decir, las agencias inmobiliarias tendrán que adoptar algunas limitaciones para garantizar la seguridad. Así, por ejemplo, se indica que la distancia mínima entre clientes debe ser de 2 metros y, en el caso en que no sea posible, solo podrá haber un cliente a la vez. 
A partir de esta fase se permitirá la movilidad dentro de la misma provincia, por lo que será posible el desplazamiento de clientes de poblaciones cercanas. 

Fase 2 y siguientes: mantenimiento de medidas de seguridad

A partir de la fase 2, que entrará en vigor el 26 de mayo en aquellas provincias cuya evolución sea favorable, se amplía el aforo de los locales comerciales de manera progresiva, pero siempre con la exigencia de poder garantizar una distancia mínima de 2 metros entre clientes. 
La movilidad entre provincias no comenzará hasta la fase 4 o de ‘nueva normalidad’, prevista para finales de junio, por lo que hasta entonces no se podrá atender presencialmente a los clientes de otras procedencias. 





martes, 28 de abril de 2020

¿Por qué es bueno comer uvas?


¿Por qué es bueno comer uvas?

Las uvas llevan cultivándose desde hace miles de años y han sido veneradas por varias civilizaciones antiguas en la elaboración del vino o vinificación. Hoy repasamos sus beneficios.



Existen muchos tipos de uvas (rojas, verdes y moradas) y también muchas formas de consumirlas (al natural, en zumo, en mermelada, sin olvidar el vino y las pasas), de ahí que no sea de extrañar que se cultiven cada año más de 72 millones de toneladas de uvas en todo el mundo, utilizándose la mayor parte de ellas, eso sí, para la producción vitivinícola.

Es una fruta con pocas calorías, con mucho contenido en agua y rica en nutrientes esenciales y, por tanto, muy buena para hidratarse. Los beneficios de consumir uvas son numerosos ya que también son ricas en antioxidantes importantes para la salud, como la quercetina, que ayuda al cuerpo a la lucha contra la formación de radicales libres dañinos:

Cáncer

Las uvas contienen poderosos antioxidantes conocidos como polifenoles, que pueden retardar o prevenir muchos tipos de cáncer, incluyendo el de esófago, pulmón, boca, faringe, endometrio, páncreas, próstata y colon.

Enfermedades del corazón

 El flavonoide quercetina es un anti-inflamatorio natural que parece reducir el riesgo de aterosclerosis y su alto contenido en polifenoles también puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) mediante la prevención de la acumulación de plaquetas y la reducción de la presión arterial a través de mecanismos anti-inflamatorios.

Presión arterial

Debido a su alto contenido en potasio, las uvas son recomendables para las personas con presión arterial alta.


Alergias

Debido a los efectos antiinflamatorios de la quercetina, el consumo de uvas puede ayudar a aliviar los síntomas de las alergias, incluyendo la secreción nasal, los ojos llorosos y la urticaria.




Envejecimiento

Las uvas pueden retrasar el envejecimiento y promover la longevidad gracias a los compuestos vegetales que contienen. Varios estudios han demostrado que el resveratrol alarga la vida útil en una gran variedad de especies animales. Este compuesto, concretamente, estimula una familia de proteínas llamadas sirtuinas, que han sido relacionadas con la longevidad.

Virus y bacterias

Las uvas pueden proteger contra ciertas bacterias, virus e infecciones por levaduras. Se ha demostrado que numerosos compuestos en las uvas protegen y combaten las infecciones bacterianas y virales y que el extracto de piel de uva protege contra el virus de la gripe en estudios de probeta. 

Así las cosas, las uvas contienen varios nutrientes importantes y potentes compuestos vegetales que benefician nuestra salud. Y, aunque contienen azúcar, tienen un índice glucémico bajo y no parecen elevar los niveles de azúcar en la sangre. Los antioxidantes presentes en las uvas, como el resveratrol, reducen la inflamación y pueden ayudar a proteger contra el cáncer, las enfermedades cardíacas y la diabetes.
Además, son muy fáciles de incorporar a la dieta, pues podemos tomarlas frescas, congeladas, como zumo o incluso vino. Si te preocupa qué modalidad es mejor, si las blancas o las rojas, elije estas últimas, porque son las que aportan los mayores beneficios.


lunes, 27 de abril de 2020

¿Es posible volverse a contagiar de COVID-19? El peligro de los pasaportes de inmunidad.


¿Es posible volverse a contagiar de COVID-19? El peligro de los pasaportes de inmunidad.



Actualmente no hay ninguna evidencia científica de que las personas que ya hayan sido infectadas por el nuevo coronavirus y presenten anticuerpos en sangre estén protegidas frente a una segunda infección.

Una de las medidas que se discute estos días es la conveniencia de utilizar los llamados “pasaportes de inmunidad” o “certificados de libre de riesgos” que acrediten que una persona ya ha pasado la COVID-19 y, por tanto, podría acudir a trabajar y circular sin peligro de contagiar o ser contagiada.
Se trata de una propuesta muy controvertida pues, además de las implicaciones éticas del uso de esta herramienta, el conocimiento actual que se tiene sobre el SARS-CoV-2 es muy limitado, y pasarán meses hasta que se conozcan todos los detalles sobre cómo infecta el virus, cómo se propaga y, en este caso, cómo es la inmunidad generada tras pasar la enfermedad.
Actualmente no se sabe si los anticuerpos generados por el organismo para superar la infección por el virus son suficientes para garantizar que esa persona sea inmune a una nueva infección y, en caso de tener esa supuesta inmunidad, tampoco sabemos durante cuánto tiempo se está protegido: ¿unas semanas? ¿Meses? ¿Toda la vida?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recordado todo esto en un comunicado y, además, ha precisado que las pruebas de anticuerpos actuales tampoco son lo suficientemente precisas. “Todo ello puede crear confusión entre la gente, llevándola a ignorar los consejos de salud pública y provocando que continúe la transmisión”, indica la institución.

Los famosos ‘test rápidos’

La prueba diagnóstica que se usa habitualmente  para saber si una persona está infectada por SARS-CoV-2 es la PCR, que permite detectar el material genético del virus en la muestra. Es una prueba muy fiable, pero requiere tiempo y disponer de equipo adecuado y personal cualificado para realizar dicha prueba.
En las últimas semanas hemos escuchado hablar de los famosos ‘test serológicos’, que se basan, no en aislar el material genético del virus, sino en localizar los anticuerpos generados por el paciente como respuesta a la infección a partir de una muestra de sangre. Son más rápidos que la PCR pero menos fiables, y además la información que ofrecen es distinta, ya que los anticuerpos empiezan a producirse a partir del sexto día desde el inicio de los síntomas, por lo que no se detectan contagios recientes.
Debido a la situación de emergencia, estos test rápidos se están usando en todo el mundo para ayudar a gestionar la crisis, pero las autoridades sanitarias recalcan que los resultados de estas pruebas se deben de tomar con cautela. La urgencia de la situación ha provocado que protocolos y pruebas que generalmente llevan meses o incluso años se desarrollen en pocas semanas y, como indica un artículo publicado en la revista Nature, “la mayoría de los kits no se han sometido a pruebas rigurosas para garantizar que sean confiables, y ningún país parece tener actualmente una prueba de anticuerpos validada que pueda determinar con precisión si un el individuo ha tenido COVID-19”.
Por eso, los kits de detección rápidos se están usando en el ámbito sanitario para detectar de forma precoz posibles brotes y poder actuar con rapidez, pero no se recomienda su uso a nivel personal, ni que farmacias o empresas empiecen a realizarlos de forma masiva, pues pueden dar lugar a interpretaciones erróneas.

¿Cuánto tiempo dura la inmunidad?

Además de lo difícil que resulta ahora mismo saber quiénes han pasado la enfermedad, queda en el aire la cuestión de determinar por cuánto tiempo se es inmune a un nuevo contagio.
La mayoría de los estudios realizados muestran que las personas que se han recuperado de la infección tienen anticuerpos contra el virus”, explica la OMS. “Sin embargo, algunas de estas personas tienen niveles muy bajos de anticuerpos neutralizantes en la sangre, lo que sugiere que, además de los anticuerpos, la inmunidad celular (forma de respuesta inmune mediada por unas células llamadas linfocitos T) también puede ser crítica para la recuperación. Hasta el 24 de abril de 2020, ningún estudio ha evaluado si la presencia de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 confiere inmunidad a la infección posterior por este virus en humanos”, concluye.
Además, también es necesario que las pruebas realizadas tengan capacidad para distinguir entre la inmunidad conferida por los otros seis coronavirus que afectan a los humanos, cuatro de ellos causantes del resfriado común, y el SARS-CoV-2. “Las personas infectadas por cualquiera de estos virus pueden producir anticuerpos que reaccionan de forma cruzada con los anticuerpos producidos en respuesta a la infección con SARS-CoV-2”, indica la OMS.
En resumen, los estudios y las pruebas realizadas por los test rápidos son necesarias, pues ayudan a detectar brotes de forma precoz y hacerse una idea del porcentaje de personas con anticuerpos COVID-19 detectables, pero la mayoría no están diseñados para determinar si esas personas son inmunes a infecciones secundarias.
Es muy peligroso asumir que, si se ha pasado la enfermedad, ya se es inmune a una segunda infección, porque esto puede llevar a esas personas a ignorar los consejos de salud pública. “Por lo tanto, el uso de dichos certificados puede aumentar los riesgos de que continúe la transmisión del COVID-19”, concluye la OMS.

sábado, 25 de abril de 2020

¿TE FUNCIONA MAL LA CABEZA, SIEMPRE ESTÁS CANSADO? ES EL ESTRÉS DEL CONFINAMIENTO, ASÍ PUEDES CUIDARTE.


¿TE FUNCIONA MAL LA CABEZA, SIEMPRE ESTÁS CANSADO? ES EL ESTRÉS DEL CONFINAMIENTO, ASÍ PUEDES CUIDARTE.



Se nos va la cabeza, estamos siempre cansados, no podemos concentrarnos, ser creativos ni pensar en el futuro, pero no es un fallo personal, todo son todos síntomas del estrés por la crisis del coronavirus. Así puedes darte una tregua.
Dentro de unos años, a todos nos gustaría poder contar una historia inspiradora lo que hicimos durante el tiempo de confinamiento por el coronavirus. Todos nos hacemos grandes propósitos para aprovechar mejor este tiempo: empezar una dieta, hacer ejercicio diario, aprender un idioma, escribir esa novela o leer docenas de libros.
En su lugar, nos encontramos sin energía, con dificultades para concentrarnos en el trabajo, y comiendo patatas fritas mientras vemos series compulsivamente.

Para la psicóloga Alexis Rockley estas son consecuencias esperables de estar sometidos al estrés y la incertidumbre, como explicaba recientemente en Twitter, y no fallos personales de los que debamos culparnos.
Estas son las conclusiones de Rockley sobre las causas de este comportamiento alterado:
  • ¿Te sientes dejado e inconsistente? Eso es porque tu cerebro está no sabe para qué noticias tendrá que hacerse a la idea en el futuro, o qué va a pasar el mes que viene.
  • ¿Te cansas con facilidad? Es porque tu cerebro está consumiendo energía diez veces más rápido de lo normal a causa del estrés.
  • ¿No te puedes concentrar? Es porque tu cerebro ha suspendido temporalmente algunas de las funciones de su cortex prefrontal. la parte que maneja las tareas complejas y la planificación, debido a la respuesta al estrés.
  • ¿Tienes un bloqueo creativo? Eso es porque tu cerebro ha desviado temporalmente toda su creatividad (es decir, la habilidad para resolver problemas) para ocuparse de “¿cómo evito morir?”, entrando en un estado de luchar o huir, pero muy constreñido y a fuego lento.
  • ¿De repente te importan una mi**da tus objetivos para el futuro, o los sueños que tenías antes? Es porque tu cerebro cree que fijarse en el corto plazo es la mejor forma de adaptarse ahora mismo.
  • ¿Estás en una montaña rusa emocional? Tus planes, creatividad, energía, concentración y motivación ahora suben y bajan como un yoyo porque tu cerebro cree que lo que necesitas es ser extremadamente capaz de adaptarte.

Rockley llevó a cabo una encuesta informal y descubrió que los síntomas estaban muy extendidos:
  • El 75% se ha sentido desmotivado, fácilmente distraído y bloqueado creativamente en los últimos 30 días.
  • El 67% se siente como si estuviéramos en una montaña rusa emocional. En un momento nos sentimos acabados, y al siguiente nos volvemos locos.
  • El 63% se preocupa MUY POCO por todo lo que solíamos preocuparnos antes, nos aburrimos fácilmente y nos frustramos con nosotros mismos por estar aburridos.
  • El 52% dijo que los objetivos que solían tener parecen ahora irrelevantes y estúpidos. Se sienten muy miopes y desmotivados.
La psicóloga nos propone tres soluciones para enfrentarnos a esta situación en la que no somos nosotros mismos, sino una versión estresada por la incertidumbre:
  • Date tiempo: extiende los plazos de las cosas que antes te importaban, deja que las cosas pasen más lentamente, también porque te sentirás mucho más cansado de lo normal. A lo mejor solo puedes trabajar, cuidar de los tuyos y dormir, acepta que no puedes hacer mucho más.
  • Ajusta tus expectativas a la baja: todos esperamos ser capaces de hacer más, superarnos, pero tu cuerpo y tu cerebro están trabajando horas extras para mantenerte vivo y no volverte loco. Puede que pierdas la paciencia y metas la pata con más facilidad, aprende a disculparte rápido.
  • Aprende primeros auxilios emocionales y aplícatelos: en situaciones de estrés extremo, como accidentes, hay muchas técnicas diferentes que se pueden aplicar para ayudar a la gente a manejar los nervios. Respirar, meditar, dibujar, cualquier técnica es válida, lo importante es dedicarte un tiempo a hacerlo.
Como dice Rockley, no estarás en esta montaña rusa para siempre. Ten paciencia con tu cerebro.

viernes, 24 de abril de 2020

¿ADICTO A LA LECTURA? ASÍ DEJAN HUELLA LOS LIBROS EN TU CEREBRO.


¿ADICTO A LA LECTURA? ASÍ DEJAN HUELLA LOS LIBROS EN TU CEREBRO.



Los libros estimulan nuestra materia gris e incluso modifican nuestra conducta. Aquí vas a encontrar una explicación a todo lo que sientes cuando lees
«¿Qué sientes cuando lees?» Mi amigo, conocedor de mi feroz adicción a la lectura y escondido ya tras su sonrisa y su copa de vino, se veía venir que lo inoportuna no iba a ser su pregunta, sino mi respuesta. Describir qué se siente cuando uno abre un libro y se sumerge en una buena historia literaria es uno de esos placeres de la vida tan delicioso que resulta casi indescriptible. Posiblemente, podría compararse con la sensación de lanzarse dentro de un agujero negro o incluso con un gracioso y emocionante salto a otra dimensión. Es como sumergirse en un reino desconocido y transitorio, un bolsillo secreto donde ver el mundo en solitario desde otra perspectiva a sabiendas que, en el mundo de la imaginación, todos los sueños están permitidos y a nuestro alcance. No sabes cómo llegaste hasta allí, cómo te convertiste en un devorador de libros. Sólo sabes que quieres sumergirte una y otra vez a través de ese maravilloso portal resbaladizo de palabras y metáforas.


La caída a este mundo imaginario, si la historia es buena y bajo tu piel hay sangre caliente, puede incluso hacerte olvidar quién eres o cuántas horas llevas anonadado tras las páginas en tu sofá. Recuerdos, miedos, dolores, angustias y todo tipo de sentimientos se desvanecen al igual que la tinta desaparece con el agua. A partir de ese momento te conviertes en el observador de un mundo imaginario, abstracto y tan real o irreal como el tuyo propio: estás mirando la vida a través de los ojos de otro. Eres como un espía invitado. La facultad de algunos autores para narrar historias te hace desarrollar nuevos miedos, alegrías o anhelos, así como llegar a querer o detestar a los personajes que desfilan a lo largo de la narración. Podría compararse a estar en una tierra extraña rodeado de nativos.
El devorador de páginas sabe que leer un libro no es sólo un pasatiempo, sino un estilo de vida

NUESTRO CEREBRO EN LA FICCIÓN

Es imposible que esta intensidad de emociones que puede causar la buena literatura no deje huella en nuestro cerebro. El devorador de páginas sabe que leer un libro no es sólo un pasatiempo, sino un estilo de vida.
En un artículo reciente publicado por la divulgadora Annie Murphy Paul en el New York Times, la autora narra como una nueva investigación ha demostrado que las historias no sólo estimulan nuestro cerebro, sino que modifican la forma en la que actuamos en nuestra vida.
Siempre se ha afirmado que los viejos medios de comunicación, a diferencia de los nuevos como Internet, no facilitan la interactividad. Pero esta afirmación no es del todo cierta: los libros tejen vínculos con nuestra soñadora materia gris. El lector no es un vulgar receptor al uso, sino que entra en un proceso que poco a poco va cambiando su vida. Y tiene efectos secundarios.
¿Hay algo más excitante que una descripción perfecta? Patrick Süskind sabía con qué emociones jugaba cuando describía el putrefacto olor del pescado en El Perfume, una escena que aún hoy aparece de vez en cuando a visitarme en mis pesadillas. La buena escritura tiene el poder de estimularnos sensorialmente con el fin de dejarnos oler las rosas de un jardín o sentir los golpes en nuestra propia piel. George Lakoff y Mark Johnson, autores de Metaphors We Live By, examinaron el poder de las metáforas. Estas tienen el privilegio de poder activar distintas áreas de nuestra conciencia debido a su significado. La metáfora está presente en nuestra vida de forma permanente, ya sea de pequeños a través de las fábulas o los cuentos de hadas o de mayores, cuando las usamos de forma recurrente para expresarnos.
Cuando leemos una buena metáfora, áreas de nuestro cerebro asociadas con el olfato y el tacto se ‘iluminan’ de la misma forma que lo harían si fuéramos a oler una prenda de cuero o a poner nuestras manos sobre un cazo hirviendo. Todo esto es posible gracias a que tenemos un bagaje sensorial previo que nos permite oler, saborear o sentir cosas que realmente no están allí presencialmente.
Sentimos las interacciones con personajes de ficción tan intensas como nuestros encuentros sociales en la vida real

PERSONAJES, ¿AMIGOS IMAGINARIOS?

Otra de las características de un devorador de libros es que siempre tiene un amigo imaginario cerca. Los personajes de ficción cobran vida en nuestro cerebro y los llevamos con nosotros de la misma manera que nos acompaña el recuerdo de nuestros seres queridos. Cuando uno intenta comprender una historia y a sus personajes, se sumerge por completo en su manual emotivo. Somos él y sus circunstancias. Sentimos ira, temor, dolor o felicidad, según se desenvuelva la trama de nuestro amigo imaginario en cuestión. Página a página experimentamos esas sensaciones, sacándolas del libro y haciéndolas nuestras. Las luchas o triunfos de nuestros personajes de ficción nos afectan o nos alientan y tienen el poder de hacernos comprender nuestras propias barreras o anhelos, así como los de aquellos que nos rodean.
Además, a través de la lectura desarrollamos una mejor intuición y conocimiento sobre nuestro entorno, permitiéndonos entender mejor las señales emocionales de los demás y ponernos en su pellejo de una forma real y no meramente solidaria. Según Lakoff y Johnson, nuestro cerebro no sólo responde a las representaciones de los olores, texturas o movimientos como si fuesen reales, sino que también siente las interacciones con personajes de ficción tan intensas como nuestros encuentros sociales en la vida real.
Los lectores tienen mayor capacidad para entender a los demás

NUESTRA CONDUCTA SE MODIFICA

La lectura es el sitio dónde aprendemos el significado de la palabra empatía. Es el lugar donde nos convertimos en mejores seres humanos. Es el espacio donde vidas imaginarias nos enseñan sobre la moraleja del mundo real, algo muy recurrente en géneros como la ciencia ficción. Según afirmaba Keith Oatley, profesor de psicología cognitiva de la Universidad de Toronto, leer un buen libro de ficción, «gracias a sus descripciones detalladas y ricas metáforas produce una sensación de realidad vivida. Esta simulación se ejecuta en la mente de los lectores así como las simulaciones informáticas se ejecutan en los ordenadores».
Oatley también piensa que los adictos a la lectura son «personas más comprensivas y con mayor capacidad para entender a los demás. Aprendemos cómo hacer frente a ciertas situaciones en base a lo que hemos leído.». Si te parece una afirmación algo abstracta pregúntate: ¿qué pasaría si todo el mundo leyese un poquito más? ¿Podríamos vencer las barreras del sexismo, el racismo o el odio?
En un estudio similar publicado en el Annual Review of Psychology, Raymond Mar utilizó un escáner de imagen por resonancia magnética funcional (fMRI) para demostrar que existe una superposición, es decir, una notable coincidencia entre las conexiones neuronales usadas para comprender las historias de los libros y las que se utilizan para interactuar con otros seres humanos.
La literatura tiene el poder de cambiar tu estado de ánimo

«UN DÓLAR POR TUS PENSAMIENTOS»

Según otro estudio realizado por los mismos investigadores en la Universidad de Emory, los cambios neuronales registrados por las buenas metáforas y las interacciones con nuestros personajes literarios sugieren que leer una novela puede convertirte en el protagonista, con todo lo que eso conlleva. Según explica Oatley: «Los narradores ofrecen una experiencia única, la oportunidad de entrar de lleno en los pensamientos y sentimientos de otra persona».
Sólo la buena literatura puede modificar tanto tu cerebro que, literalmente, sientas que estás en otro mundo. Sólo la ficción tiene el poder de cambiar sin hecho aparente tu estado de ánimo. Sólo un buen libro puede hacerte cambiar tus barreras, tus anatemas y convertirte en un explorador de otra dimensión. Sólo los libros nos dejan soñar sin levantar los pies del suelo.

ÉCHALE LITERATURA A LA VIDA

¿Qué es lo que siento cuando leo, querido amigo? Que puedo ser una temible pirata, una villana, una viajera del tiempo, uno de los adorables personajes de las novelas de Jane Austen, ayudar a Ender a terminar su complicado juego, tomar el té con los Niños Perdidos, dibujar un elefante con El Principito o perseguir durante toda mi eternidad al Conejo Blanco y al Gato de Cheshire por el País de las Maravillas. No sólo lo imagino, lo siento como si fuese el colofón de los poros de mi piel. El tacto de una buena prosa es como una pluma haciendo cosquillas a nuestro cerebro. Puedes amar, odiar o sacar tu lado más revolucionario en toda su intensidad sin que nadie venga a preguntarte por qué le echas tanta pasión a todo lo que haces. Aunque no haya comprobación científica de esto, estoy segura, querido amigo, de que las páginas de un libro deben dejar alguna clase de huella en nuestro código genético. Metafóricamente hablando, claro.

martes, 21 de abril de 2020

LOS GATOS SON LOS PREFERIDOS DE LOS ATEOS.


LOS GATOS SON LOS PREFERIDOS DE LOS ATEOS.



Un estudio indica que nuestra religión influye en que tengamos o no mascotas, y también en que nos decantemos por perros o por gatos
El estudio de la Universidad de Oklahoma a cargo de los profesores Samuel L. Perry y Ryan P. Burge ha sido publicado por el Journal for the Scientific Study of Religion, e indica que las personas más religiosas son menos propensas a tener mascotas, y concretamente a tener gatos. En este sentido, los gatos serían los animales de compañía preferidos por los ateos.
Los investigadores consideraron que la compañía de mascotas y practicar una religión activamente satisfacen necesidades parecidas, como las de pertenencia a una comunidad y establecer lazos. Esto podía influir en que las personas religiosas tuvieran una necesidad diferente de tener mascotas. Según Perry, lo que la gente busca con la religión posiblemente es lo mismo que lo que reciben cuando tienen mascotas.


El estudio se realizó con 2.348 estadounidenses (la población mundial que más gatos y perros tiene como mascotas) a partir de los datos de  General Social Survey de 2018. Para conocer su orientación religiosa, preguntaron a los participantes sobre su opinión acerca de la Biblia, si iban a la iglesia y su afiliación religiosa.
Los resultados mostraron que quienes asisten a la iglesia o pertenecen a alguna organización religiosa, tienen menos probabilidad de tener mascotas, confirmando la hipótesis de que la religión y los animales de compañía satisfacen necesidades psicológicas parecidas.
El estudio de Perry y Burge se suma a los estudios que afirman que el estar en compañía de mascotas es muy beneficioso para aquellas personas que viven solas. También mostró que los practicantes de cualquier religión eran menos propensos a tener gatos. Un 74% de los encuestados tenía perros y solo un 40,3% gatos. Dentro de este último grupo había menos personas religiosas practicantes.
Tener un gato está relacionado con una personalidad más introvertida, mientras que tener un perro se relaciona con lo contrario, ya que los perros son mascotas más sociales. Las personalidades más extravertidas también tienden a asistir a la iglesia o pertenecer a alguna organización religiosa, en vez de practicar una religión más individual o íntima. Según los autores “el tipo de estadounidenses atraídos por los gatos también podrían ser los mismos que encuentran poco atractiva la interacción social en la iglesia”.
El estudio también avisa de que, debido a que la religión está en declive en Estados Unidos, puede aumentar el número de personas con mascotas en el futuro.




lunes, 20 de abril de 2020

“EL OPTIMISMO PUEDE MODIFICAR EL SISTEMA NERVIOSO Y AUMENTAR LA RESPUESTA INMUNE”.


EL OPTIMISMO PUEDE MODIFICAR EL SISTEMA NERVIOSO Y AUMENTAR LA RESPUESTA INMUNE”.




Este año, el el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Ciencias Sociales  se ha visto influido sin duda por la COVID-19. Las galardonadas, Shelley Taylor y Susan Fiske han sido reconocidas por ser las principales impulsoras de la investigación sobre  el papel “del estrés en la salud, y cómo los factores sociales pueden mitigar dicho impacto” .



Fiske y Taylor emprendieron “una revolución atrevida y arriesgada”, afirman los  expertos que las nominaron, José María Peiró y Alicia Salvador. “Los psicólogos cognitivos estaban muy centrados en el procesado de la información, en la atención, la memoria, el aprendizaje… pero no estaban muy interesados en los problemas sociales, quizá por su complejidad – señala Peiró en un comunicado –. Con su trabajo, las galardonadas lograron, hibridar y transfertilizar los dos campos. Fue un importante hito para entender cómo las personas procesamos información y al mismo tiempo comprobar que al interpretar esa realidad la transformamos, influimos sobre ella y a la inversa, cómo el contexto nos influye”.
En 1984 ambas publicaron Cognición Social, una obra de referencia en este área de la Psicología. En esta obra las galardonadas proponían un “modelo rompedor” vinculado a cómo juzgamos a las personas. El mismo está basado en dos velocidades de procesamiento de la información: una rápida, relativamente superficial y que se basa en estereotipos y una segunda, más lenta, cuidadosa y centrada en la información individualizada.
En este sentido, Fiske y Taylor definieron varios tipos de pensador social, y en concreto acuñaron el concepto de avaro cognitivo, aquel que extrae sus conclusiones de la información que confirma sus propias creencias, reduciendo así el esfuerzo mental de procesarla.
El mundo social – señala Fiske – es intrínsecamente complicado y nuestras mentes son limitadas, así que tomamos atajos. No podemos formarnos una impresión individualizada de cada persona con las que nos cruzamos. Tenemos que decidir rápidamente si son inofensivas o peligrosas, y para esto tomamos atajos, pero a veces son perjudiciales. Así nacen los prejuicios o estereotipos raciales o de clase”.
Tanto Taylor como Fiske son las fundadoras del área de psicología de la salud, en especial por sus aportaciones sobre cómo afecta el estrés a la salud, y cómo los factores sociales tienen la capacidad de amortiguar ese efecto. “Cuando empecé en este campo – afirma Taylor – apenas había interés en la relación entre la mente y el cuerpo, o la psicología y la salud. Pero desde entonces cada vez más investigadores empezaron a interesarse, el campo no ha parado de crecer y ahora es una subárea fundamental de la psicología. Lo que hemos encontrado es el que el optimismo puede modificar el sistema nervioso y aumentar la respuesta inmune”.
La investigación en psicología de la salud las llevó al hallazgo de las ilusiones positivas. Este concepto se refiere a que las personas aplican un sesgo perceptivo optimista, que las sitúa en una situación mejor de aquella en la que están realmente. Lo que hace este sesgo  es contribuir a una mejora de la salud. De hecho, concluyen las galardonadas, “las ilusiones positivas pueden ser una forma de adaptarse y amortiguar el estrés que nos provoca el distanciamiento social. Como seres sociales es fundamental que nos mantengamos conectados, aunque sea de forma remota”.




viernes, 17 de abril de 2020

¿POR QUÉ DEBERÍAS CORRER EN INVIERNO?

¿POR QUÉ DEBERÍAS CORRER EN INVIERNO?


Ocurre a menudo: hay días que salimos a correr y todo nos parece fácil, aumentamos el ritmo, no nos cansamos y podríamos prolongar la rutina y sin embargo hay otros en los que, pese a llevar la misma dieta, correr a idéntica hora y haber descansado igual de bien, la fatiga se dispara apenas comenzamos. ¿Cuál es la diferencia? De acuerdo con un estudio, la clave podría ser el frío.
De acuerdo con John Brewer, director del departamento de Ciencias Aplicadas del Deporte en la Universidad de St. Mary’s «este estudio ha demostrado que se produce una mejor respuesta fisiológica en condiciones frías: frecuencias cardíacas significativamente más bajas y una mayor comodidad térmica. Todo esto puede ayudar a mejorar significativamente las posibilidades de que un corredor logre una marca personal”


Para llegar a esta conclusión, el equipo de Brewer utilizó dos cámaras en las cuales se simulaban diferentes condiciones térmicas: en una de ellas la temperatura era de 8 grados centígrados y en la otra casi 23ºC. Los voluntarios debían correr 10 km en tres sesiones diferentes para identificar las constantes vitales, capacidad aeróbica y la velocidad de carrera. Una vez conseguidos estos datos, se llevaron a cabo dos carreras más, tanto en temperaturas frías como cálidas, donde se midieron las medidas fisiológicas de la frecuencia cardíaca y el lactato en sangre junto con las medidas percibidas de la sensación térmica.
Los resultados mostraron que las frecuencias cardíacas eran un 6% más altas en condiciones más cálidas y debido a la mala regulación térmica, los corredores estaban un 38% más deshidratados. Al mismo tiempo, en condiciones de frío, la sangre fluye principalmente hacia el tronco, lo que “engaña” al cuerpo y le hace pensar que está hidratado. En pocas palabras: correr es evidentemente más difícil en el verano y en climas fríos puede ayudarnos a lograr una marca personal. Eso sí, siempre hay que vigilar la hidratación y no esperar a tener sed para beber. Sobre todo a partir de carreras que excedan los 5 km.


jueves, 16 de abril de 2020

¿NO ERES CAPAZ DE ESCUCHAR ESTE MOLESTO PITIDO? TE ESTÁS HACIENDO MAYOR…

¿NO ERES CAPAZ DE ESCUCHAR ESTE MOLESTO PITIDO? TE ESTÁS HACIENDO MAYOR… 

Si tienes menos de 40 años es muy probable que lo oigas perfectamente o tengas la sensación de que suena algo. A partir de esta edad seguro que solo escuchas el silencio. ¿Por qué? 
Cuando nuestro cuerpo envejece, cada órgano sufre con ese deterioro paulatino y lo evidencia de innumerables formas. Centrémonos, por ejemplo, en el sistema auditivo. Existe una forma bastante acertada de conocer la edad de una persona con un solo sonido. Hagamos la prueba, levantad el volumen de vuestros dispositivos digitales lo suficiente como para escuchar una melodía particular. Ahora, dadle al «PLAY» y decidme. ¿Escucháis algo? ¿Sentís algún sonido, por muy leve que sea? 
En caso de que no hayáis escuchado nada de nada, es muy probable que tengáis 40 años o más. Y es que este sonido solo es audible si tienes menos de esta edad. Todo tiene que ver con el envejecimiento progresivo de nuestros oídos: cuanto más años cumplimos, menos somos capaces de escuchar nítidamente ciertas melodías, y más aún si son agudas. 
Nuestro espectro audible va desde los 20 hasta los 20.000 herzios (de lo más grave a lo más agudo) y según nuestra edad seremos capaces de movernos más ampliamente por este camino y percibir mejor unos tonos que otros. En este caso, el sonido equivale a unos 15.000 herzios, pero como hemos comprobado, solo es efectivo para una parte de la población. Tendríamos que bajar a un rango de unos 8.000 herzios para que todos fuéramos capaces de distinguir el molesto sonido. Nuestros compañeros de ASAPScience lo demuestran en este vídeo, donde podemos escuchar varios rangos y dan con la respuesta a por qué perdemos audición con la edad. 
Tal y como explican, «en nuestros oídos hay millones de células nerviosas diminutas llamadas ‘células pilosas’ (o ciliadas), las cuales son responsables de captar diferentes frecuencias y enviarles estas señales al cerebro, donde son procesadas. Pero a medida que envejecemos, la continua exposición al ruido y a sonidos fuertes, pueden romper, doblegar y destruir estas células». Pero, ¿por qué perdemos antes los sonidos más agudos? Al parecer, «estas células pilosas son las primeras en recibir estas ondas de sonidos». Al estar más expuestas, «experimentan mayor estrés y tienden a degenerarse más temprano». 
Saber distinguirlos nos hará una idea de cómo de viejos son nuestros oídos y hacer una comparativa que pueda demostrar, por ejemplo, que usamos de manera excesiva el volumen cuando llevamos cascos. Así que si tu edad corresponde con la de tu sistema auditivo puedes estar tranquilo, pero si eres joven y ya no eres capaz de escuchar sonidos agudos propios de tu edad, sería bueno que acudieras al médico.