Nuevos descubrimientos sobre los riesgos del consumo de
leche para la salud
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Por esta razón los
investigadores de la Universidad de Uppsala, el Instituto Karolinska y la
Agencia Nacional de Alimentos de Suecia se preguntaron si la recomendación en
los países europeos y Estados Unidos de consumir tres tazas de leche al día o
una cantidad equivalente de yogur, queso u otros productos lácteos –por ser una
rica fuente de nutrientes esenciales para el crecimiento óseo tales como
calcio, vitamina D y fósforo– era científicamente válida.
El equipo de investigación
citó la galactosa como una de las razones para su escepticismo. La galactosa es
un azúcar simple que produce el organismo al descomponer la lactosa, el azúcar
de la leche. Los estudios en animales han demostrado que la exposición crónica
a galactosa causa "estrés oxidativo, inflamación crónica,
neurodegeneración y disminución de la respuesta inmunitaria", afirman.
Cuando los científicos quieren imitar los efectos del envejecimiento en
animales, explican, les inyectan galactosa.
Los resultados
Entre las mujeres, el mayor
consumo de leche no redujo el riesgo de sufrir fracturas sino que lo
incrementó. En comparación con las mujeres que bebían menos de un vaso de leche
al día, las mujeres que bebían al menos tres vasos diarios resultaron ser un 16
% más propensas a tener algún tipo de fractura y tener un 60 % más de
probabilidades de sufrir una fractura de cadera.
Además, los investigadores
observaron que las grandes bebedoras de leche –un mínimo de tres vasos por día–
tenían un 93 % más de probabilidades de morir durante el curso del
estudio, un 90 % más de probabilidades de morir por enfermedad cardiovascular y
un 44 % más de probabilidades de morir de cáncer en comparación con las mujeres
que bebían menos de un vaso de leche al día.
Entre los hombres los
efectos fueron menos dramáticos. Las probabilidades de morir durante el curso
del estudio entre los hombres que bebían al menos tres vasos de leche al día
fueron un 10 % más altas que en los hombres que bebían menos de un vaso de
leche al día. La razón fue el aumento en un 16 % del riesgo de sufrir una
enfermedad cardiovascular. El consumo de leche en los hombres no tuvo relación
con el aumento del riesgo de padecer cáncer o sufrir fracturas.
Lácteos fermentados: menos
muertes prematuras y fracturas
El yogur y otros productos
lácteos fermentados –kéfir, quesos– en cambio serían beneficiosos debido a una
menor presencia de lactosa. Además, la bacteria Lactobacillus transforma
la lactosa en ácido láctico y al haber menos lactosa hay también menos
galactosa. Entre las mujeres del estudio, aquellas que comían más alimentos
lácteos fermentados tuvieron menos fracturas y una menor tasa de muerte
prematura en comparación con las mujeres que consumían menos. Cada porción
adicional correspondió con una reducción del 10 % al 15 % en el riesgo de
ambas, según los investigadores. Sin embargo, los efectos para los hombres
fueron "más modestos" o "inexistentes", de acuerdo al
estudio.
Factores que se tuvieron en
cuenta
En la investigación los
científicos tuvieron en cuenta diversos factores que pudieran afectar
negativamente la salud de los voluntarios, como el tabaquismo, el índice de
masa corporal, la dieta y el ejercicio o el uso de suplementos dietéticos.
Sin embargo, los
investigadores advierten que sería prematuro cambiar las recomendaciones
dietéticas basándose exclusivamente en este estudio ya que se necesitan
estudios a largo plazo para mostrar no solo asociación sino causa y efecto
entre las altas ingestas de leche y los problemas de salud como los observados
en este trabajo.
Factores que se ignoraron
Por ser los participantes en
el estudio de ascendencia europea, los resultados no pueden aplicarse a las
personas de otros grupos étnicos. Algunos expertos creen que en el resultado
del estudio podrían haber influido ciertos factores que los autores
ignoraron(2). Por ejemplo, la edad de los participantes cuando se inició el
estudio –la edad de las mujeres era de 39 a 74 años y la de los hombres de 45 a
79– hace predecible que un número significativo de voluntarios muriera en
el transcurso de las dos décadas que duró el estudio. Otras voces también han
señalado que en Suecia la leche se enriquece con vitamina A y que por esto el
resultado no puede extrapolarse a otras partes del mundo.(2)
Recomendación de consumo
diario de lácteos
En Estados Unidos el
Departamento de Agricultura (USDA) recomienda beber tres vasos-raciones de
leche por día. Sin embargo, en 2013, la Facultad de Medicina de la Universidad
de Harvard recomendó limitar el consumo de leche y derivados lácteos a una o
dos raciones diarias. La razón de esta limitación se debe, explicaron, a que
ingestas elevadas de lácteos podrían aumentar el riesgo de aparición de cáncer
de próstata y posiblemente de cáncer de ovario.
En España(3) se recomienda
un consumo diario de tres a cuatro raciones de leche y derivados –leches
fermentadas, yogur, queso– según la edad y situación fisiológica (por
ejemplo embarazo o lactancia) para lograr el aporte suficiente en proteínas,
lactosa, vitaminas y calcio. Una ración de lácteos equivale a un vaso de leche
grande (250 cc o un cuarto de litro), 2 yogures, 40 g de queso curado o de 80 g
a 100 g de queso fresco.
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