Cuatro preguntas
que hacerte a ti misma si eres una persona ansiosa
1. ¿Estoy angustiada por algo que puedo
controlar o que tiene alguna solución a corto plazo?
A veces nos preocupamos por asuntos
hipotéticos o por el lamentable estado del mundo o porque las abejas están
desapareciendo. Todas son causas muy loables, pero alguien que se angustia con
facilidad debe minimizar sus temas de preocupación a cosas que pueda solucionar
o, al menos controlar. Los temas lejano insolubles generan mucha ansiedad y
ponen al cerebro en estado de alerta, pero es inútil, respira profundo y piensa
que hay otras cosas que está en tus manos arreglar o que ya funcionan bien.
2. ¿La decisión que tengo que tomar es
menos o es definitiva?
No debemos dedicar la misma energía a
plantear una estrategia para vendernos mejor en el mercado de trabajo que a
elegir el color de unos pantalones. Si te vas a angustiar que sea por cosas
importantes que van a tener consecuencias para el futuro. El resto tómatelo con
calma. Y recuerda que no puedes pelear en todas las guerras.
3. ¿Realmente creo que preocuparme me
ayuda a solucionar problemas?
La ansiedad es una mentirosa. Nos creemos
que con angustia somos más resolutivos y actuamos con urgencia, pero lo que
realmente sucede es que entramos en una espiral de pensamientos y sentimientos
negativos que nos distrae y nos hace retrasar la búsqueda de una solución.
Preocuparte no va a resolver tus problemas, en todo caso ocuparte.Preocupa
4. ¿Cada uno de los pensamientos que
aparecen en mi cabeza son importantes?
Si tu respuesta es “sí” no estás sola. Todos pensamos
que nuestros pensamientos están ahí por algo útil y que los vamos a necesitar
en algún momento. Pero la realidad es que hay muchos pensamientos que nos
distraen y no conducen a nada. A esos no hay que prestarle ninguna atención, ni
alimentarlos ni hablar de ellos. La idea es que se vayan como mismo llegaron.
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