DÍA 15/01/2015 - 23.16H
El número de fallecimientos atribuibles a la falta de actividad física
duplica al número de fallecimientos relacionados con la obesidad
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La falta de actividad física debe ser
considerado un factor de riesgo para muerte prematura
Una caminata de 20 minutos a pie cada día
podría ser suficiente para reducir el riesgo de muerte prematura. Lo afirma un
estudio que se publica en «American Journal
of Clinical Nutrition», en el que se concluye que el ejercicio
físico puede ser más importante que la obesidad en la prevención de la
enfermedad cardiovascular en particular, y de la muerte por cualquier causa en
general.
El estudio que ha analizado a más de
334.000 personas ha visto que el número de muertes atribuibles a la falta de
actividad física doblaba al de fallecimientos atribuibles a la obesidad: y,
además, que un modesto aumento en la actividad física podría tener beneficios
significativos para la salud.
El trabajo deja un mensaje claro: basta con
una pequeña cantidad de actividad física diaria para que las personas
físicamente inactivas obtengan importantes beneficios para su salud. Según Ulf
Ekelund, de la Universidad de Cambridge
(Reino Unido), «aunque hemos visto que sólo 20 minutos marcan una diferencia,
deberíamos tratar de hacer más porque sabemos que la actividad física tiene
muchos más beneficios para la salud. Por eso, debe ser una parte importante de
nuestra vida».
Se sabe que la inactividad física se asocia
con un mayor riesgo de muerte prematura, además de estar vinculada con un mayor
riesgo de patologías como las cardiovasculares o el mismo cáncer. En cuanto a
la obesidad, por su parte, a pesar de que puede contribuir a un mayor índice de
masa corporal (IMC), también se sabe que la relación con la muerte precoz es
independiente del índice de masa corporal de un individuo.
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676.000 muertos
Los investigadores estiman que, a tenor de
los datos más recientes disponibles sobre muertes en Europa, 337.000 de las 9,2
millones de muertes ocurridas en Europa eran atribuibles a la obesidad
(entendida como un IMC superior a 30). Sin embargo, el doble (676.000) podría
deberse a la inactividad física.
Los investigadores, para medir la relación
entre la inactividad física y la muerte prematura y su interacción con la
obesidad, analizaron los datos de 334.161 hombres y mujeres de toda Europa que
participaban en el estudio EPIC.
Durante una media de 12 años, los científicos valoraron una serie de
parámetros: altura, peso y la circunferencia de la cintura y una autoevaluación
para medir los niveles de actividad física.
Los resultados mostraron que la mayor
reducción en el riesgo de muerte prematura se produjo comparando entre los
grupos inactivos y moderadamente inactivos, analizados por una combinación de
la actividad en el trabajo con actividades lúdicas. Cerca de una cuarta parte
de los participantes (22,7%) fueron clasificados como inactivos.
Quemar calorías
Según estos resultados, los autores estiman
que basta un paseo diario de 20 minutos para 'quemar' paseo entre 90 y 110
kcal, lo que haría de una persona inactiva a ser moderadamente inactiva y reducir
así su riesgo de muerte prematura entre un 16 y un 30%. Los mejores
beneficiados fueran las personas con un peso normal, pero incluso aquellos con
un mayor IMC tuvieron un beneficio.
Para otro de los autores, Nick Wareham,
ayudar a la gente a perder peso puede ser un verdadero desafío y, al mismo
tiempo, «debemos tener como objetivo reducir los niveles de obesidad en la
población, con intervenciones de salud pública que animen a la gente a hacer
pequeños cambios, pero reales, en la actividad física que pueden tener
beneficios significativos para la salud y pueden ser más fáciles ntener»
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