No retrases tus citas médicas y consulta al doctor si tienes estos achaques.
Uno de cada cinco pacientes con cáncer en España están sin diagnosticar debido a la pandemia de la Covid-19. Es más, los oncólogos alertan de que la Covid-19 ha provocado que el cáncer se detecte en estadios avanzados propios de hace 20 o 25 años.
“Los profesionales detectamos casos mucho más avanzados de lo habitual, propios de hace dos décadas. Hay pacientes que pasan semanas o incluso meses con síntomas evidentes de un tumor inicialmente localizado que, por el impacto de la pandemia, se detecta cuando ya no puede ofrecerse un tratamiento curativo”, explica el codirector de Oncología de la Clínica Universidad de Navarra (CUN), el doctor Ignacio Gil-Bazo.
Impacto de la pandemia
En 2020, según cifras de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), uno de cada cinco casos de cáncer no fue diagnosticado y, este año, habrá 276.239 nuevos casos en todo el país (158.867 en hombres y 117.372 en mujeres). Si a esta situación se añade el retraso en el diagnóstico de los sí detectados, se observa el enorme impacto que la Covid-19 tiene sobre el cáncer.
No obstante, el especialista recuerda que, en las elevadas cifras de mortalidad del año pasado, “hay un componente importante de pacientes con patologías crónicas que no han recibido un tratamiento adecuado porque su enfermedad se ha diagnosticado tarde, el tratamiento no se ha iniciado a tiempo, etc. En definitiva, el resultado es un exceso de muertes no sólo por Covid sino también por patologías crónicas que tienen tratamientos eficientes, activos y adecuados de ser diagnosticadas y tratadas a tiempo”.
“Los pacientes tienen que buscar ayuda e insistir cuando tengan algún síntoma sospechoso”
Las causas más frecuentes que dificultan el diagnóstico de tumores malignos y por ende su tratamiento son: el miedo de los pacientes a la hora de asistir a consulta, la dificultad para llevar a cabo una exploración física in situ del paciente (la teleconsulta, si bien de gran utilidad, tiene sus limitaciones); y los retrasos a la hora de realizar pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas, ya que las salas y quirófanos destinados a tal fin se han convertido en algunos hospitales en UCIs.
Sin embargo, a pesar de la situación actual, el Dr. Gil-Bazo señala que, “por primera vez en la historia, hay pacientes con enfermedad metastásica que probablemente puedan curarse”. Por eso los especialistas instan a los pacientes a buscar ayuda e insistir cuando tengan algún síntoma sospechoso y vencer el miedo o las trabas que puedan encontrarse, evitando así los retrasos en el diagnóstico y el tratamiento.
A pesar de todas las dificultades, los pacientes pueden y deben conservar sus esperanzas, ya que, tal y como explica el Dr. Gil-Bazo, “nunca ha habido en la historia un momento mejor para poder tratar el cáncer que ahora. A pesar de la pandemia, las tecnologías, las estrategias, los recursos y las innovaciones terapéuticas para el tratamiento del cáncer son muy reales y, no solo no se detienen, sino que siguen avanzando”.
“Lamentablemente todavía no hemos vencido a la pandemia y esto hará que, hasta dentro de varios meses, los pacientes no vuelvan a ser manejados con la diligencia con la que era habitual hasta la aparición del virus. Es muy importante que seamos conscientes de esto y alertemos a los pacientes de que tienen que buscar ayuda e insistir cuando tengan algún síntoma sospechoso. No podemos perder tiempo en el diagnóstico de una patología que, en caso de no detectarse a tiempo, deja de ser curable”, añade el oncólogo.
Estas son las señales que no debes ignorar
Tal y como nos indican desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), muchas personas suelen pensar que es normal sufrir algunos dolores o molestias que comúnmente llamamos ‘achaques’ y que solemos asociar a la edad o los kilos de más.
De entre todo ellos, estos son los que no debemos dejar pasar y por lo que tendríamos que pedir cita en nuestro médico habitual:
Dolor persistente en el tiempo o que no cede con el tratamiento habitual. Por ejemplo, un dolor de cabeza que no desaparece o que no se alivia con tratamiento puede ser un síntoma de un tumor cerebral; y el dolor de espalda puede ser un síntoma de cáncer de colon, recto u ovario.
Mancha o lunar que cambia de forma, tamaño y color. Algunos cánceres pueden causar cambios en la piel como oscurecimiento de la piel (hiperpigmentación), coloración amarillenta de la piel y de los ojos (ictericia), enrojecimiento de la piel (eritema), picazón (prurito) y crecimiento excesivo de vello.
Sangrado o hemorragias anormales. Un sangrado inusual no debe tomarse a la ligera. Toser sangre, un sangrado vaginal anormal, en la orina o heces y la secreción con sangre en el pezón son razones más que suficientes para acudir al médico y que un especialista analice las causas.
Un bulto o nódulo, una herida o úlcera que no cicatriza. Los cánceres de la piel pueden sangrar y parecer heridas o llagas que no se acaban de curar. Por ejemplo, una llaga en la boca que no se cura pudiera deberse a un cáncer oral, y debe tratarse lo antes posible, especialmente en personas que fuman o consumen alcohol. Las erupciones o llagas en el pene o la vagina podrían ser signos de una infección o de un cáncer en etapa inicial, y deberían ser examinadas por un profesional de la salud.
Tos o ronquera persistente. Muchas personas piensan que despertarse por la tos durante la noche no tiene importancia y que respirar mal, o sufrir afonía o ronquera es algo normal, sobre todo en invierno o si tienes alergias. Pero este tipo de molestias también hay que revisarlas y tratarlas.
Cambios en los hábitos urinarios o intestinales. El estreñimiento, la diarrea o un cambio en el tamaño de las heces fecales por un tiempo prolongado puede que sea un signo de cáncer del colon. Por otro lado, el dolor al orinar, sangre en la orina o cambios en la función de la vejiga (tales como orinar con mayor o menor frecuencia) pudieran estar relacionados con cánceres de vejiga o próstata. Por eso debes informar a tu médico sobre cualquier cambio en la función de la vejiga o de los intestinos.
Pérdida de peso no justificada, de hasta un 10 por ciento en sólo seis meses. Si no estás haciendo dieta ni padeces ningún otro problema de salud (o emocional) que lo justifique, perder peso sin motivo puede ser el primer signo de cáncer. Esto ocurre con más frecuencia en caso de cáncer de páncreas, estómago, esófago o pulmón. Ve al médico y coméntaselo; él sabrá qué hacer.
Anemia de causa desconocida. Tener anemia puede ser sinónimo de muchas enfermedades o simplemente una consecuencia de una baja cantidad de hierro o vitaminas. Por eso, no debes haber preocuparte a menos que tengas otros síntomas considerados como “de alarma”.
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