Ni artrosis ni tendinitis, el motivo por el que no puedes mover el hombro es que está 'congelado'.
Este trastorno no es tan conocido como la artrosis o la tendinitis pero es bastante frecuente entre los 40 y los 60 años, sobre todo en mujeres. Descubre si es tu caso y qué enfermedades podría haber detrás
El hombro congelado (también llamado ‘capsulitis adhesiva’) es un trastorno común que puede aparecer debido al proceso natural de envejecimiento y que causa dolor, rigidez y pérdida del rango de movimiento normal en el hombro.
El hombro tiene un rango de movimiento más amplio y variado que cualquier otra parte del cuerpo pero un proceso inflamatorio, una lesión o una cirugía que haya provocado la inmovilización del hombro durante mucho tiempo podrían causar esta dolencia. Sin embargo, en muchos casos la causa real está oculta.
Es más frecuente en..
Mujeres, debido a los cambios hormonales. Por eso puede aparecer tras un embarazo, ya que en ocasiones el periodo de gestación está asociado a trastornos del tiroides o diabetes transitoria. Pero también puede aparecer después de los 50 años, coincidiendo con la llegada de la menopausia.
Personas diagnosticadas de diabetes de tipo I: la que requiere insulina y es diagnosticada en la juventud. Entre el 10 y el 20 por ciento de las personas con diabetes mellitus desarrollan ‘hombro congelado’.
Hipotiroidismo o espondilitis anquilosante: enfermedad reumática que causa dolor de espalda y pérdida de movilidad del tronco, entre otras alteraciones).
Algunos problemas médicos adicionales asociados con el hombro congelado incluyen también hipertiroidismo, enfermedades de la columna cervical, Parkinson y enfermedad cardíaca.
Mujeres, tras un embarazo. Conviene recordar que el embarazo está en ocasiones asociado a trastornos del tiroides o diabetes transitoria. Pero también puede aparecer después de los 50 años, coincidiendo con la llegada de la menopausia.
Si estás en uno de estos grupos de riesgo, conviene que estés atento a los primeros síntomas, ya que un diagnóstico temprano puede ayudar a que la recuperación sea más favorable. Además, las personas diabéticas o con problemas de tiroides pueden reducir el riesgo de sufrir "hombro congelado" si mantienen un buen control de su enfermedad.
Aparece de noche y sin avisar
Generalmente, esta condición se manifiesta de forma lenta y en varias etapas que pueden durar meses haciendo que los tejidos circundantes se vuelvan rígidos y se forme tejido cicatrizal, lo que impide el movimiento.
Durante los 4 o 6 meses de la etapa de "congelado", las actividades diarias pueden ser muy difíciles. Esta rigidez puede alcanzar un punto en el que no permita realizar los movimientos habituales tales como elevar el brazo por detrás de la cabeza para rascarse la espalda o abrocharse el sujetador o el delantal, por ejemplo.
El dolor que produce el ‘hombro congelado’ es sordo, fijo y continuo. Casi siempre se localiza en el área exterior del hombro y a veces el brazo (la parte que va del codo al hombro).
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