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jueves, 22 de octubre de 2020

Manos hinchadas al caminar: cuándo es necesario ir al médico.

 

Manos hinchadas al caminar: cuándo es necesario ir al médico.


Que las manos se hinchen al caminar, correr o hacer ejercicio no es motivo de alarma ya que es una respuesta fisiológica normal al esfuerzo. Te contamos las razones por las cuales se hinchan las manos mientras te ejercitas caminando, y los casos en los que sí habría que preocuparse

Caminar es el ejercicio más sencillo que hay pero también requiere su técnica, igual que si corres. No vale hacerlo de cualquier manera. De lo contrario puedes sufrir lesiones y molestias, como la hinchazón de manos.

Una mala circulación, el colesterol alto o un desequilibrio en la presión arterial pueden estar detrás de esa hinchazón de manosUn problema común que no reviste importancia y que también puede estar provocado por otras causas como retención de líquidos, obesidad o si estás embarazada.

Así que aunque en principio no hay que alarmarse si las manos se nos hinchan al caminar o tras salir a correr ya que es una reacción corporal al esfuerzo realizado, es importante descubrir si hay alguna anomalía detrás.


Aumento de la temperatura corporal

... y del flujo sanguíneo. Son las razones principales de la hinchazón de manos al hacer deporte. El ejercicio físico aumenta la demanda sobre el sistema respiratorio y circulatorio.

Con la actividad física, los músculos generan calor, lo que provoca que tu sistema ‘empuje’ sangre a los vasos más cercanos a la superficie del cuerpo, para disipar el calor. Por eso se produce la dilatación de los vasos sanguíneos cerca de la piel; es una de las formas del cuerpo para liberar el calor de la sangre a medida que el ejercicio calienta tu sistema. Esta respuesta causa transpiración y quizás también contribuya a la hinchazón de las manos.



Y como el flujo de sangre aumenta hasta el corazón, los pulmones y los músculos, disminuye en las extremidades como los dedos. Como resultado, tienes los dedos y las manos frías, causando que tus vasos sanguíneos se abran más, que se traduce en edema, o hinchazón.

Además, al andar rápido o correr, los músculos de las piernas ‘reclaman’ más sangre de la que llega a los brazos, que no tienen una musculatura tan potente. Y cuando tus extremidades superiores están por debajo del nivel del corazón, como lo están cuando estás caminando o corriendo, la gravedad hace que sea más difícil que los fluidos corporales circulen con normalidad, haciendo que los líquidos queden atrapados en tus manos, por eso se hinchan.De todos modos, la hinchazón debería desaparecer al cabo de un rato.

La forma más sencilla de evitarlo

Mover las manos al andar evitará que se hinchen. Y esto va también por los brazos, llevarlos rígidos o caídos a ambos lados del cuerpo es un fallo muy común. Si de todos modos ocurre, levanta los brazos por encima de la cabeza y traza círculos con las muñecas.

Cuándo preocuparse

La hinchazón de las manos y los dedos puede ser un signo de hiponatremia, un problema grave que necesita atención médica inmediata. Los atletas o deportistas que se someten a grandes esfuerzo pueden sufrir este trastorno en el que la confusión y los vómitos tienen más peso que la hinchazón de manos en sí.

Un bajón en la concentración de sodio sería el desencadenante. Por eso, las personas que corren maratones pueden estar en riesgo. Tomar agua en exceso durante una prueba deportiva de larga duración (y de mucho esfuerzo) puede hacer que el sodio se diluya tanto que te cause hiponatremia.



Existen otras causas que pueden hacer que se te hinchen las manos mientras caminas o practicas deporte. Por ejemplo, que tengas un bloqueo en el sistema linfático debido a una lesión, una infección o como consecuencia de la extirpación o inflamación de los ganglios linfáticos. Este trastorno conocido como ‘linfedema’ provoca la inflamación de las extremidades y se produce cuando el líquido linfático (que transporta desechos, bacterias y virus fuera del cuerpo) no drena adecuadamente.

Por otro lado, muchas mujeres embarazadas suelen presentar hinchazón general durante las últimas etapas del embarazo. Si la hinchazón es importante, afecta especialmente a las manos y a la cara, y se acompaña de hipertensión arterial, puede ser preeclampsia.

También podríamos estar ante un caso de artritis reumatoide (AR), un tipo de enfermedad autoinmune que genera hinchazón en las manos, muñecas, pies y rodillas. Suele provocar rigidez, dolor y dificultad para mover articulaciones. Además causa enrojecimiento en o cerca de la articulación. Ocurre cuando el sistema inmunitario del cuerpo ataca su propio tejido articular.

En este caso, debes mantenerte vigilante porque si además de la hinchazón de manos sientes dolor en las articulaciones, inflamación de los dedos o de los tendones, o rigidez quizás podría ser una señal de psoriasis, una enfermedad inflamatoria, crónica y recurrente que puede aparecer a cualquier edad, aunque suele hacerlo con mayor frecuencia en dos momentos de la vida, entre los 20 y los 30 años y entre los 50 y los 60 años.

jueves, 15 de octubre de 2020

Los alimentos ultraprocesados hacen que envejezcas antes.

 

Los alimentos ultraprocesados hacen que envejezcas antes.



Los alimentos ultraprocesados nos hacen la vida más fácil en todos los sentidos: comprar, abrir, comer y ya está. Todo resuelto. Sin embargo, darles prioridad en nuestra dieta diaria podría estar deteriorando nuestro organismo y acelerando el envejecimiento. Presta atención.



El consumo de alimentos ultraprocesados está aumentando en todo el mundo y esta tendencia ha incrementado (hasta alcanzar números realmente alarmantes) el número de personas con algún tipo de enfermedad mortal asociada al aporte de ‘antinutrientes’ procedentes de los ultraprocesados.

Los ultraprocesados son productos alimenticios manufacturados que comprenden los componentes básicos de los alimentos de origen natural: proteínas aisladas, azúcaresgrasas y aceites. Sin embargo, si bien sus componentes a menudo se extraen de fuentes naturales, en última instancia contienen muy poco o nada de alimentos integrales.

Además, las empresas productoras de estos alimentos a menudo añaden aromatizantes y emulsionantes para dar sabor, así como colorantes y otros aditivos cosméticos para lograr la apariencia deseada. Y es que los ultraprocesados son productos muy rentables para sus productores debido a sus ingredientes económicos, procesos de fabricación rentables y una larga vida útil en las tiendas. Lo que los hace tan atractivos para los consumidores es su conveniencia y que son imperecederos. Pero en realidad, los ultraprocesados son nutricionalmente pobres y, a menudo, desequilibrados.



Más inconvenientes que ventajas 

El problema principal es que los ultraprocesados son productos muy populares que han ido cobrando cada vez más importancia en nuestra dieta porque están al alcance de la mano (los encontramos en grandes superficies, en pequeños comercios y hasta en los chinos), no hay que cocinarlos, no se estropean y, por lo general, están buenos y son baratos. Así que difícil resistir la tentación.

Casi nadie se para a pensar que en realidad son productos con muchas calorías pero cero nutrientes al no contener un alimento entero o identificable, sino largas listas de aditivos, habitualmente con cinco o más ingredientes, como aromatizantes, colorantes, emulsionantes, conservantes y otros.



¿Las consecuencias? Alimentarte a base de productos ultraprocesados a diario te hace comer más y peor y esto te hará engordar. A partir de ahí es posible que vayan apareciendo patologías asociadas al sobrepeso y la obesidad.

Así lo asegura este informe, una revisión crítica llevada a cabo por investigadores de la Unidad de Nutrición Humana de la Universidad Rovira i Virgili (URV-IISPV) donde analizan las limitaciones de los alimentos ultraprocesados con el objetivo de revisar la literatura científica relativa a este tipo de alimentos, sus usos e impacto sobre la salud.

Se consideran alimentos procesados aquellos que han sido modificados en su forma natural a través de cambios físicos, térmicos y químicos, con el objetivo de mejorar su disponibilidad, seguridad, accesibilidad, palatabilidad, textura, color, sabor, vida útil y calidad nutricional.

En este grupo se incluyen: carnes rojas y procesadas como salchichas y hamburguesas, cereales para el desayuno o barras de cereales, salsas, sopas instantáneas, bebidas gaseosas azucaradas, nuggets de pollo, pasteles, chocolate, helados, galletas, pan producido en masa, y muchas comidas “listas para calentar”. Estos productos están nutricionalmente desequilibrados. Tienen un elevado contenido en azúcares libres, grasa total, grasas saturadas y sodio, y un bajo contenido en proteína, fibra alimentaria, minerales y vitaminas, en comparación con los productos, platos y comidas sin procesar o mínimamente procesados.

Dentro de esta categoría entrarían incluso alimentos que consideramos saludables como los cereales integrales y algunos postres lácteos. “El único postre lácteo recomendable es el yogur natural sin azúcar: ni desnatados, ni flanes, ni natillas, ni otros preparados lácteos tienen cabida en una dieta saludable y equilibrada”, explica la nutricionista Paloma Quintana. La mayoría de ellos contiene, además de azúcar, una serie de extractos que aportan color y sabor y apenas nada de fruta, pese a que esta suele ser el principal reclamo para muchos consumidores.

Un consumo excesivo de estos alimentos puede acarrear problemas de salud. De hecho, El documento recoge las últimas evidencias epidemiológicas, que indican que el consumo de alimentos ultraprocesados podría incrementar el riesgo de mortalidad y de sufrir enfermedades crónicas no transmisibles, como enfermedades cardiovasculares o diabetes mellitus tipo 2, obesidad y/o sobrepeso, síndrome metabólico, hipertensión y cáncer, según criterios Nova, el sistema de clasificación más utilizado en investigación epidemiológica a falta de un consenso científico y de un marco normativo. De ahí la importancia de priorizar en nuestra dieta alimentos frescos y de origen vegetal (frutas, verduras, legumbres, frutos secos, etc.) y desplazar otros alimentos que deberían ser considerados alimentos superfluos y prescindibles en una dieta saludable.

No obstante, los investigadores concluyeron que “se necesitan más estudios de intervención que permitan establecer una relación causal entre el consumo de este tipo de alimentos y la aparición de estas enfermedades”.

Un nuevo dato, muy revelador

Lo que sí se ha probado es este otro efecto menos conocido: si tomas ultraprocesados en casi todas las comidas, envejeces antes. Este estudio vincula el consumo de alimentos ultraprocesados con el acortamiento de los telómeros en el cuerpo, unas estructuras que los científicos ven como marcadores de la edad biológica de un individuo a nivel celular.

Y ha sido una española, Amelia Martí, investigadora de la Universidad de Navarra (Pamplona) quien ha descubierto el mecanismo que nos hace envejecer más rápido al comer carnes procesadas y alimentos ricos en grasas saturadas y azúcar.

El hallazgo más importante y novedoso del trabajo, publicado en la revista científica American Journal of Clinical Nutrition, fue que un alto consumo de esos alimentos ultraprocesados (más de tres raciones al día), deteriora los telómeros y acelera su acortamiento. Estos resultados confirman a nivel molecular los de grandes estudios previos realizados en España, Francia y Estados Unidos que encontraron mayor mortalidad prematura asociada a un alto consumo de alimentos ultraprocesados.

Todo en exceso es malo

Al final este trabajo recoge todas las evidencias anteriores que sugerían que el consumo prolongado de ultraprocesados -ligado a una serie de condicionantes que, en general, suelen ser factores como la predisposición genética, el sedentarismo, el tabaquismo y el consumo de otras sustancias perjudiciales como el alcohol- es el factor de riesgo de enfermedades como la obesidad, el sobrepeso y la diabetes, entre otras, debido a los comportamientos de sus componentes nocivos en el organismo y cómo este último reacciona ante ellos en respuesta autoinmune.

A su vez, estas enfermedades también son el factor de riesgo de las enfermedades cardiovasculares que, en caso de no tratarse adecuadamente, pueden provocar la muerte del paciente. Por tanto, hay indicios de que existe una relación entre el consumo de ultraprocesados y el desarrollo de enfermedades de riesgo mortal. ¿La solución? comer comida real.



jueves, 8 de octubre de 2020

La razón por la que si estas embarazada no debes dormir del lado derecho.

 

La razón por la que si estas embarazada no debes dormir del lado derecho.



Durante el embarazo, es importante evitar cualquier tipo de estrés. Investigadores y científicos opinan que dormir del lado izquierdo evitará cualquier daño al feto

En su lugar, históricamente, los médicos obstetras aconsejan dormir del lado izquierdo, en esta postura los nutrientes de la sangre fluyen mejor hacia tu hijo. Una recomendación que también responde a cuestiones renales, ya que así es más fácil eliminar los residuos. Otra ventaja es que, al contribuir a una mejor circulación, ayuda a reducir el edema propio del embarazo y a prevenir las varices. También es una buena postura para evitar la acidez.

En qué se basa esta teoría

Si volvemos la vista atrás, los estudios realizados sugieren que esta sería la mejor posición para dormir en el embarazo. Una investigación de la Universidad de Manchester (Reino Unido), publicada en el International Journal of Obstetrics & Ginecology, demostró que las madres que dormían boca arriba tenían al menos el doble de riesgo de muerte fetal en comparación con las madres que dormían sobre el lado izquierdo. Esto se asocia a la peor perfusión sanguínea del útero y/o a las alteraciones de la respiración de la madre durante el sueño, es decir, que el peso combinado del bebé y el útero, ejerce presión sobre los vasos sanguíneos, restringiendo el flujo de la sangre y el oxígeno que llega al feto.

También se observó que las mujeres que dormían más sobre su lado izquierdo tenían un menor riesgo de reducir el suministro de sangre al feto en crecimiento y tenían un menor riesgo de dar a luz a bebés muertos en comparación con las mujeres que dormían más sobre su lado derecho.

Estos resultados se asociaron a otro trabajo anterior, un estudio de la Universidad de Auckland en Nueva Zelanda, donde afirman que mantenerse boca arriba en el tercer trimestre del embarazo, podría ser más peligroso para el feto, ya que recibe menor cantidad de oxígeno. Si el bebé está sano y fuerte, esta reducción en el oxígeno no tiene importancia, afirman los investigadores, pero si presenta problemas de algún tipo podría tener consecuencias. Por otro lado, la posición materna en la que el feto sufría menos cambios era recostada sobre el lado izquierdo.

Qué se cree hoy

Aunque los trabajos mencionados sentaron precedente, no se consideraron concluyentes. De hecho, una revisión de estudios médicos de 2019 concluyó que cualquiera de los lados estaría bien. Aunque hay un pequeño matiz que a muchas nos haría decantarnos, de nuevo, por el lado izquierdo.

La revisión confirmó que dormir sobre el lado izquierdo permite un flujo sanguíneo óptimo desde la vena cava inferior (VCI) -como te hemos contado, es una vena grande que corre paralela a la columna en el lado derecho)-, permitiendo que la sangre llegue con normalidad a tu corazón y, a su vez, a tu bebé. También le quita presión al hígado y los riñones. Esto significa más espacio para funcionar correctamente, lo que ayuda con los problemas de hinchazón en tus manos, tobillos y pies.

En cuanto al lado derecho, aunque los resultados mostraron la misma seguridad que dormir del lado izquierdo, hay una salvedad. Los resultados también indicaron que existe un riesgo muy leve de que dormir sobre la derecha cause problemas de compresión con la VCI. E



Posturas que pueden ayudarte a dormir durante el embarazo:

  • Pies elevados y apoyados sobre unas almohadas gruesas. Esta postura es muy conveniente para evitar calambres, hinchazón de pies y para mejorar la circulación.

  • Semisentada con unos cojines de lectura que sirvan de apoyo, muy recomendable para esas noches en las que puedas tener problemas estomacales.

  • De lado, del izquierdo a ser posible, y con una almohada postural entre tus piernas. Aliviará tus calambres y el cansancio de tus extremidades contribuyendo además a mantener recta la columna vertebral.

De todas formas, tu principal preocupación debe ser pasar las noches de la forma más cómoda posible. El cuerpo es muy sabio y te irá indicando por sí mismo las mejores posturas durante todas las fases del embarazo. Recuerda, si tienes un embarazo de alto riesgo, consulta a tu médico sobre la mejor posición para dormir.


lunes, 5 de octubre de 2020

Los síntomas del infarto que solo padecen las mujeres.

 

Los síntomas del infarto que solo padecen las mujeres.

La mujer no se da cuenta de que está padeciendo un infarto porque no siempre nota dolor en el pecho y cuando llega al hospital tiene peor pronóstico que un hombre. Por eso es tan importante prestar atención a las señales de advertencia


El infarto agudo de miocardio se debe a la falta de riego sanguíneo de una zona del músculo cardíaco (miocardio) producida por la obstrucción de una de las arterias coronarias. La falta de riego sanguíneo causa angina de pecho y, si no se abre precozmente la arteria, provoca la muerte (necrosis) del tejido cardiaco. Eso es el infarto.

En general, los principales factores que predisponen a un infarto son la edad, el colesterol, la diabetes mellitus, la hipertensión arterial, el tabaquismo y la obesidad. Pero los síntomas del infarto agudo de miocardio y la percepción de estos se presentan de diferente modo dependiendo del sexo de la persona que lo sufra. Además, existen otras diferencias significativas entre hombres y mujeres relacionadas con el infarto.

En el caso de las mujeresel riesgo aumenta mucho si se combina el tabaco y la toma de anticonceptivos orales. El sobrepeso y la falta de actividad física son también factores de riesgo muy prevalentes en mujeres.

Sus síntomas clásicos incluyen dolor opresivo en el centro del pecho o en el estómago, que puede irradiarse al brazo izquierdo o a ambos, así como al cuello, mandíbula y espalda. La sudoración, las náuseas y la dificultad respiratoria son otros tres signos de que el infarto está por llegar.



Sin embargo, hay diferencias substanciales entre hombres y mujeres en relación a la percepción y la descripción de los síntomas.

De hecho, tal y como nos cuentan desde la Fundación Española del Corazón, las mujeres presentan síntomas muy variados que hacen más difícil el diagnóstico de infarto en ellas.

El dolor de pecho no es un síntoma tan frecuente como en los hombres (en caso de sentirlo se trataría más de un dolor punzante), pero es bastante habitual que los días previos al infarto se sufra insomnio, ansiedad o debilidad.  Si a esto se suma una sensación de malestar general, como cuando tenemos la gripe, es más que suficiente para llamar rápidamente a urgencias y seguir las instrucciones que te faciliten mientras esperas a que llegue la ambulancia. El factor tiempo es básico para evitar consecuencias permanentes o incluso fatales. 

Otras señales de alarma serían:

  • Dolor de mandíbula

  • Dolor de clavícula

  • Dificultad para respirar

  • Dolor o quemazón de cuello

En el caso concreto del dolor opresivo, cuando se trata de un infarto femenino las molestias se localizan en la parte alta del estómago; por encima del ombligo, no debajo. Es algo así como un sensación de ardor en la región superior del abdomen. Este es un síntoma de infarto mucho más común en las mujeres que en los hombres.

Algo similar ocurre con la fatiga o la debilidad, cuando no está relacionadas con el ejercicio u otro tipo de actividad. Esta falta de energía repentina o inusual es uno de los síntomas más comunes de infarto en mujeres y uno de los que menos se tiene en cuenta.

Y el tercer síntoma importante que estaría indicando un principio de infarto en mujeres son las náuseas. Las mujeres son dos veces más propensas que los hombres a experimentar náuseas, vómitos o, incluso, indigestión durante un infarto. Pero suele asociarse a una simple indigestión, algo que nos “ha sentado mal”. Ignorar estas sensaciones es uno de los errores que debemos evitar para actuar antes de que suceda el accidente coronario porque el 75 por ciento de las muertes se producen en la primera hora desde el instante en que nos damos cuenta de que algo no marcha bien.

Por otro lado, según apunta la doctora Ana García-Álvarez, “antes de la menopausia, las mujeres están parcialmente protegidas por los estrógenos fisiológicos. Tras la menopausia los niveles de colesterol y la tensión arterial tienden a alterarse y el riesgo de enfermedad coronaria aumenta”.

El pronóstico de un infarto de miocardio es peor en mujeres que en hombres. Un porcentaje mayor fallece antes de llegar a un hospital (52% frente al 42% en los hombres) y el pronóstico es también peor tras la hospitalización. Varios factores pueden explicar este peor pronóstico. Las mujeres tienden a presentar enfermedad coronaria aproximadamente 10 años más tarde que los hombres, por lo que suelen tener mayores comorbilidades (enfermedad renal, osteoarticular, anemia…). Además, las mujeres suelen consultar con mayor retraso, tardan más en ser diagnosticadas al presentar síntomas atípicos y, según las investigaciones realizadas, reciben tratamientos menos agresivos que los hombres. Por otro lado, durante la hospitalización, las mujeres tienden a presentar mayores complicaciones como insuficiencia cardíaca, ictus o necesidad de transfusiones.

En resumen, ante síntomas sugestivos de infarto de miocardio es vital  buscar atención médica sin demora para poder ser diagnosticada y tratada rápidamente y así evitar o limitar el daño del corazón.

viernes, 2 de octubre de 2020

Ni artrosis ni tendinitis, el motivo por el que no puedes mover el hombro es que está 'congelado'.

 

Ni artrosis ni tendinitis, el motivo por el que no puedes mover el hombro es que está 'congelado'.

Este trastorno no es tan conocido como la artrosis o la tendinitis pero es bastante frecuente entre los 40 y los 60 años, sobre todo en mujeres. Descubre si es tu caso y qué enfermedades podría haber detrás

El hombro congelado (también llamado ‘capsulitis adhesiva’) es un trastorno común que puede aparecer debido al proceso natural de envejecimiento y que causa dolor, rigidez y pérdida del rango de movimiento normal en el hombro.

El hombro tiene un rango de movimiento más amplio y variado que cualquier otra parte del cuerpo pero un proceso inflamatorio, una lesión o una cirugía que haya provocado la inmovilización del hombro durante mucho tiempo podrían causar esta dolencia. Sin embargo, en muchos casos la causa real está oculta.

Es más frecuente en..

  • Mujeres, debido a los cambios hormonales. Por eso puede aparecer tras un embarazo, ya que en ocasiones el periodo de gestación está asociado a trastornos del tiroides o diabetes transitoria. Pero también puede aparecer después de los 50 años, coincidiendo con la llegada de la menopausia.

  • Personas diagnosticadas de diabetes de tipo I: la que requiere insulina y es diagnosticada en la juventud. Entre el 10 y el 20 por ciento de las personas con diabetes mellitus desarrollan ‘hombro congelado’.

  • Hipotiroidismo o espondilitis anquilosante: enfermedad reumática que causa dolor de espalda y pérdida de movilidad del tronco, entre otras alteraciones).

  • Algunos problemas médicos adicionales asociados con el hombro congelado incluyen también hipertiroidismo, enfermedades de la columna cervical, Parkinson y enfermedad cardíaca.

  • Mujeres, tras un embarazo. Conviene recordar que el embarazo está en ocasiones asociado a trastornos del tiroides o diabetes transitoria. Pero también puede aparecer después de los 50 años, coincidiendo con la llegada de la menopausia.

Si estás en uno de estos grupos de riesgo, conviene que estés atento a los primeros síntomas, ya que un diagnóstico temprano puede ayudar a que la recuperación sea más favorable. Además, las personas diabéticas o con problemas de tiroides pueden reducir el riesgo de sufrir "hombro congelado" si mantienen un buen control de su enfermedad.

Aparece de noche y sin avisar

Generalmente, esta condición se manifiesta de forma lenta y en varias etapas que pueden durar meses haciendo que los tejidos circundantes se vuelvan rígidos y se forme tejido cicatrizal, lo que impide el movimiento.

Durante los 4 o 6 meses de la etapa de "congelado", las actividades diarias pueden ser muy difíciles. Esta rigidez puede alcanzar un punto en el que no permita realizar los movimientos habituales tales como elevar el brazo por detrás de la cabeza para rascarse la espalda o abrocharse el sujetador o el delantal, por ejemplo.

El dolor que produce el ‘hombro congelado’ es sordo, fijo y continuo. Casi siempre se localiza en el área exterior del hombro y a veces el brazo (la parte que va del codo al hombro).