La estación, el día y la hora exactos para ponerse a
dieta
Ponerse a dieta es un
objetivo que muchas personas se proponen pero no todas son capaces de lograrlo.
Otros pasan su vida a dieta, sin perder ni un kilo y después están los que
combinan momentos en los que se atiborran de comida con momentos de ayuno. ¿Por
qué ponerse a dieta resulta tan difícil?
El componente psicológico
Una dieta es una cosa seria.
No basta con desear perder peso para recuperar mágicamente la línea, así como
no basta con seguir una dieta estricta para luego volver a comer como antes
tirando por la borda los esfuerzos realizados y volviendo al peso inicial. Los
factores externos, como el trabajo, la familia, los problemas personales son
una fuente de estrés y pueden acabar con el éxito de una dieta. Cada
dieta supone un esfuerzo, por eso el componente psicológico es fundamental
aunque a menudo está infravalorado. Cuando una persona se queja de haber
probado todas las dietas pero no haber encontrado todavía la buena, peca de
ingenuidad. ¿Por qué? Muchas veces cuando pensamos en ponernos a dieta no
tenemos en cuenta la estación, el estado psicofísico de la persona y nos
arriesgamos a empezar una dieta que no dará sus frutos debido a un período
erróneo o incluso a un día de la semana menos favorable.
Echa un vistazo al
calendario: ¿cuándo perder peso?
¡El martes no!
Desde gran Bretaña nos llega
esta curiosa noticia: el martes es el peor día para empezar una dieta. Las
mujeres que empiezan el martes tienen más probabilidades de fallar en el
intento, según el estudio llevado a cabo por la cadena de supermercados Tesco.
Según esta encuesta, en la que se entrevistó a 2000 personas que en el año
anterior habían tenido problemas de peso y comenzaron al menos una dieta, las
mujeres deciden comenzar una dieta al menos tres veces. Desgraciadamente, las
que la comienzan en martes no llegan ni siquiera al fin de semana porque ya el
viernes, después de una estresante semana de trabajo, para relajarse ceden a la
tentación de la comida. La determinación se pierde con mayor facilidad y se
acumula más peso del inicial.
¡Sí al fin de semana!
Quien escoge el sábado para
empezar una dieta tiene claro su objetivo y tiene muchas probabilidades de
respetar el compromiso y perder los kilos esperados. Empezar el sábado denota
determinación y fuerza de voluntad. ¿Y el domingo? La investigación lo
confirma: quien comienza una dieta el domingo conseguirá lo que se propone. El
88% de la muestra entrevistada, incluyendo aquellos que no consiguen
mantener la dieta más de tres semanas, pierden de media 3,2 kg durante el
período de dieta. A las que la empiezan el lunes les resulta siempre difícil
llegar al fin de semana. Muchas mujeres han declarado ponerse a dieta los
viernes cuando, una vez acabados los compromisos laborales, quieren dedicar
tiempo a su salud. Como recuerda el portavoz de Tesco, ponerse a dieta siempre
es difícil porque hay que cambiar los hábitos alimentarios. Así que además de
escoger cuidadosamente el día de la semana es muy importante tener mucha
voluntad.
La hora de la tentación
Otro estudio llevado a cabo
por Melarossa.it (2) en una muestra de 1500 personas recomienda tener en cuenta
el reloj. Existe un horario peligroso en el que la tentación de ceder a los
placeres de la comida es más fuerte. ¿La hora exacta? Las 15.23. Para el 62% de
los entrevistados el punto crítico del día es el período que va de las 15.00 a
las 15.30. El riesgo de saltarse la dieta es muy alto también por la noche
(22%) y por la mañana, cuando el deseo de probar la comida prohibida es más
fuerte que el deseo de perder los kilos de más.
¿En qué estación?
Invierno
Aunque es cierto que el componente psicológico es
necesario para seguir una dieta, también es cierto que algunos períodos son
menos favorables al éxito. Por ejemplo, en invierno, debido al frío y a las
fiestas, las tentaciones son más y las necesidades calóricas mayores porque el
cuerpo quema una gran cantidad de energía. En general la dieta puede
conseguirse pero los días de fiesta serán una excusa para no renunciar a los
placeres de la mesa y a echar a perder los esfuerzos realizados hasta el
momento.
Otoño
En otoño ponerse a dieta es casi una prerrogativa.
Hay que recuperar el equilibrio perdido durante los meses de verano, con
comidas más metódicas y equilibradas. Con la llegada del frío las tentaciones
de dulces de crema o chocolate es grande; será duro, casi imposible, renunciar
a un pequeño placer de consolación.
Primavera
La estación más adecuada para acabar con éxito una dieta
es la primavera. El despertar de la naturaleza nos hace pensar en que se acerca
el verano. Afortunadamente, la primavera nos trae alimentos con aportes
calóricos bajos. Un buen plato de pasta puede sustituirse por una ensalada
completa y equilibrada que te satisfará igualmente y te ayudará a recuperar la
línea y eliminar las molestas curvas de más.
Verano
El verano no es el mejor momento para empezar una dieta;
sería mejor pensar en la línea antes de probarte el bañador. Por suerte, son
muchas las personas que afirman perder peso de manera espontánea durante el
verano, posiblemente debido a los largos días en la playa y a una vida menos
sedentaria. Además, las frutas de verano sacian fácilmente y son un drenante
natural. Con el calor, descartamos los dulces o los platos pesados del menú: es
preferible un helado de fruta o una rica macedonia.
Los consejos de la dietista
Si quieres empezar una
dieta:
no esperes una pérdida de peso repentina; perderlo de
manera gradual es el secreto para mantener la línea durante más tiempo;
no empieces una dieta por tu cuenta. Es importante que un
especialista cree un plan alimenticio adecuado a tus necesidades diarias y a tu
estado de salud; el especialista también te motivará y te ayudará a mantener la
fuerza de voluntad necesaria para alcanzar tu objetivo;
vive una vida activa, no pierdas las ocasiones de moverte
un poco más.