los pros y
contras de alquilar una vivienda por habitaciones
alquilar una o más habitaciones de
una misma vivienda es, hoy en día, una práctica muy
habitual frente al arrendamiento de la vivienda completa. ahora bien, en estos
casos, el contrato se regula por el código civil y no por la ley de
arrendamientos urbanos (lau), pues sólo se está alquilando una parte de la
vivienda. así, el alquiler de habitación no está amparado por el sistema de
garantías que establece la lau tanto para el arrendador como para el
arrendatario
el propietario debe realizar un
contrato por cada uno de sus inquilinos.
la duración del arrendamiento es la que establezcan las partes, no existe
sistema de prórrogas obligatorias, y lo más usual es que se fije por el periodo
lectivo, en el caso de los estudiantes. el alquiler por habitaciones tiene
que darse en vivienda amueblada, por lo que hay que establecer una relación
del mobiliario de las zonas comunes y de la habitación que se alquila. deben
reflejarse, además, normas sobre la utilización de las zonas comunes
en los alquileres de vivienda
habitual el propietario del inmueble tiene mayores ventajas fiscales (está
exento de pagar el iva, aunque debe declarar los beneficios que obtiene por el
arrendamiento de la vivienda, y puede reducirse entre el 60% y 100% del precio
del alquiler en la declaración de la renta). si decide alquilar su vivienda
por habitaciones, éste tendrá que declarar los ingresos por el alquiler, si
bien puede desgravarse por ello. eso sí, el arrendatario no tiene
derecho a desgravación alguna
por otro lado, los contras de
esta modalidad contractual son varios para el propietario:
- primero, está el plazo que fijan
las partes, no sujeto a los tres años que establece la lau para la vivienda
completa. el problema surge con que determinados colectivos, como, por ejemplo,
los estudiantes suelen alquilar por el periodo lectivo, es decir, en los meses
de verano el piso no está arrendado y, además, el propietario no tiene la
seguridad de volver a alquilarlo al año siguiente
- segundo, está el hecho de tener
varios contratos con personas diferentes en los que entran en juego las reglas
de compartir el piso y las zonas comunes entre ellas; mientras que, en el
alquiler de la vivienda, es responsabilidad del arrendatario elegir a la
persona con quien convive; en este caso, es responsabilidad del propietario,
que es quien firma el contrato con cada uno de los inquilinos
- por último, entran en juego los
temas de responsabilidad: en el caso del arrendamiento de la vivienda, están
claras las responsabilidades del arrendatario y del arrendador, mientras que,
en el alquiler de la vivienda por habitaciones, nos encontramos con la
responsabilidad de cada uno de los inquilinos, entre ellos mismos y con
respecto a la propiedad
entonces, ¿es seguro alquilar el piso
por habitaciones?
en primer lugar, hay que tener en
cuenta que la seguridad en el alquiler se traduce en la persona con la que
se contrata, más que en la modalidad contractual que se elija. también
debemos saber que, en el alquiler de habitaciones, estamos formalizando varios
contratos diferenciados con personas distintas, con los pros y los contras que
esto puede generar. evidentemente, la seguridad jurídica de formalizar un
arrendamiento, siempre y cuando queden especificadas todas las cláusulas, nos
permitirá el auxilio judicial en caso de incumplimiento
es cierto que, al regirse este
contrato por el código civil, nos da la libertad de pactos y no debemos
ceñirnos a plazos u otras condiciones que establece la ley de arrendamientos
urbanos (lau)