Agente Inmobiliario De tu Zona

Agente Inmobiliario De tu Zona
Inmobliario Personal

jueves, 24 de octubre de 2019

12 formas de luchar contra el estrés laboral


12 formas de luchar contra el estrés laboral
Todos en algún momento de nuestra vida hemos sufrido el estrés en el trabajo. La presión, las prisas, las responsabilidades... un amplio abanico de factores que, a pesar de que tengamos la suerte de realizar un trabajo que nos llena, presenta elementos estresantes.


Entra, corre, haz esto, ve allí, atento a los detalles, que no se te olvide, haz lo otro, sal. Vuelta a empezar. La cultura humana ha ido derivando, desde la segunda mitad del siglo XX, hacia una concepción mucho más centrada en el trabajo y el esfuerzo individual como formas de alcanzar el éxito. Desde la Antigüedad, la norma básica era “trabajar para vivir” intercambiando parte de tu fuerza, tiempo y habilidades por un sustento que nos permitiría tener cierto nivel de vida. Pero poco a poco esta idea ha ido invirtiéndose y ahora lo que solemos encontrar es el “vivir para trabajar”. Aun cuando los llamados millenials vuelven a ser consciente de la importancia del tiempo libre y los placeres de la vida, el estrés laboral sigue siendo uno de los problemas más graves de la sociedad actual.
El estrés es la respuesta de nuestro organismo a las amenazas o desafíos que nos surgen en el día a día a través de una respuesta fisiológica que suele alterar nuestro modo de pensar o actuar. Desde un punto de vista genético, el estrés era la reacción que hacía que nuestros antepasados primitivos estuvieran preparados para situaciones complicadas y supieran reaccionar y sobrevivir (por eso sus descendientes somos más proclives a tener este tipo de reacciones).
Precisamente esa mayor capacidad de reacción por parte de nuestra mente y cuerpo hacen que el estrés pueda ser altamente beneficioso para nosotros. Los niveles correctos provocan una activación extra que puede hacernos pensar con mayor claridad, fijarnos más en los detalles o trabajar más rápido. El problema llega cuando los niveles de estrés son demasiado altos, sentimos que no somos capaces de hacer frente a la amenaza que se nos plantea y nuestro cuerpo se bloquea. Esta situación, que puede llegar a provocar  enfermedades y trastornos graves, se conoce como distrés.
El estrés laboral es aquel provocado por las situaciones que surgen en el ámbito de trabajo debido a un exceso de tareas asignadas, descontrol u otra serie de situaciones a las que se les suma la presión social que existe en torno a la importancia del trabajo. Según su gravedad puede provocar síntomas emocionales (cambios de humor), mentales (problemas de concentración), de conducta (aislamiento social) u otras enfermedades más graves como hipertensión o depresión. Estas son doce efectivas formas de no dejarse vencer por el estrés.


Identificar qué es lo que nos estresa
¿Qué es lo que te provoca más estrés? Según la Asociación Americana de Psicología, identificar qué situaciones son las que nos crean más estrés es esencial para poder combatirlo. Una forma idónea de hacerlo es apuntar en la agenda nuestros pensamientos y reacciones ante las situaciones de cada día (por ejemplo, si acabaste alzando la voz en una discusión personal o laboral). Encontrar patrones entre lo que nos estresa y lo que no puede ayudarnos a saber cómo combatirlo o cómo reaccionar ante ellos.

Reaccionar de forma positiva
Muchas personas luchan contra el estrés atiborrándose de comida rápida o incluso de alcohol para conseguir un poco de paz y tranquilidad ante tanta situación de estrés. Pues bien, la Asociación Americana de Psicología recomienda combatirlo con opciones más saludables como el ejercicio, ya sea a un nivel más sosegado como el yoga o a un nivel más intenso como el spinning o el aerobic. Otra de las formas de luchar contra el estrés diario es sacar tiempo para hacer las cosas que más nos gustan como leer un libro, ver una película o pasar un rato jugando a videojuegos.

Poner límites
La Asociación Americana de Psicología expone que establecer unos límites entre la vida personal y laboral es muy necesario. La tecnología actual nos da la posibilidad de estar disponibles tanto para unos como para otros las 24 horas del día y eso solo puede crearnos angustia y estrés. Ponernos unos límites como no consultar el correo del trabajo desde casa o poner el teléfono en silencio a partir de determinada hora nos ayudará a combatir el estrés motivado por el trabajo.

Descansar
Los efectos del estrés y el cansancio laboral no harán sino ponernos obstáculos en el desempeño de nuestro trabajo; por tanto, según la Asociación Americana de Psicología, es necesario tomarnos un tiempo para descansar. “Desconectar” del trabajo cuando nos encontramos fuera de la oficina es requisito imprescindible para que nuestro estrés no se vuelva crónico y para que rindamos mucho mejor en el trabajo.

Hablar con el jefe
No hablamos de un aumento de sueldo, sino de crear un ambiente positivo de trabajo que promueva el bienestar de todos. Hablar con el jefe puede ayudarnos a controlar situaciones de estrés que obstaculizan el desempeño adecuado de tu trabajo como, por ejemplo, saber qué es lo que se espera de nosotros exactamente, establecer tareas que supongan un reto o hacer cambios físicos en la zona de trabajo para reducir las tensiones y hacerlo más confortable, según explica la Asociación Americana de Psicología.

Conseguir apoyo externo
Abrir nuestras miras es indispensable para no sentirnos sobrepasados. Contar con el apoyo de la familia o incluso de amigos puede ayudarte a manejar el estrés diario provocado por el trabajo. La Asociación Americana de Psicología explica que, si es necesario, podemos acudir al programa de prevención de riesgos laborales en el que se incluirá un protocolo de actuación sobre el estrés laboral.

Organizarse
Tanto en nuestra mente y acciones como en nuestro espacio de trabajo. Establecer una serie de propósitos diarios ayudará a que nuestra mente se estructure y funcione a mejor ritmo, haciendo que nos resulte más sencillo trabajar. Si este tipo de plannings se acompañan de una organización externa (mantener el lugar de trabajo despejado, cómodo y con las cosas en su sitio) lograremos que el tiempo en el trabajo nos resulte mucho más cómodo. asequible y provechoso.

Delegar
Debemos entender la acción de delegar no como una forma de quitarse el marrón de turno de encima y colocárselo a otra persona, sino como una forma de repartir parte del trabajo y fomentar aspectos muy positivos en el ámbito laboral. Saber delegar consigue no sobrecargar a una sola persona con un exceso de trabajo y si se hace bien se puede reforzar técnicas de trabajo en equipo, organización y reparto de tareas e incluso madurez profesional.

Tomarse cinco minutos
Todos tenemos un punto de impacto crítico en el que, simplemente, colapsamos. El estrés laboral puede hacernos sentir que perdemos el control de la situación y provocar que nuestra mente se bloquee y no podamos reaccionar como deberíamos. Antes de llegar a ese límite, es preferible parar cinco minutos e intentar volver a ponernos al timón.

Aprender a relajarse
Además del yoga u otros tipos de deportes, existen técnicas especializadas que, si bien no permiten eliminar el estrés, al menos ayudan a controlarlo o disminuir sus efectos. La meditación o su variante mindfulness y el control de la respiración son algunas de las formas más conocidas de mantener el estrés a raya. La relajación progresiva de Jacobson, un método por el que se consigue una relajación corporal y mental en pocos minutos, resulta especialmente efectiva y surte efecto en poco tiempo una vez se controla.

Recuperar la ilusión por el trabajo
Cuando se empieza un nuevo trabajo suele surgir esa ilusión interna por la emoción de empezar algo nuevo y la incertidumbre del qué pasará. Ser capaces de recuperar esas primeras sensaciones, de revivirlas, harán que el ir a trabajar no se convierta en un suplicio y que el estrés se reduzca o suavice. Puede ser a través de mejorar la relación con los compañeros, de sentirse a gusto en el lugar de trabajo o por un redescubrimiento de la pasión perdida. Lo importante es encontrar esa chispa que aún brilla.

Trabajar para vivir, no vivir para trabajar
Por mucho que los nuevos modelos de sociedad prioricen y difundan la idea de que trabajar más conlleva un futuro mejor, lo cierto es que al final del día seguimos siendo seres humanos y tenemos nuestras limitaciones. El trabajo, para que se realice en un marco sano, debe ser una herramienta para ganarse la vida pero no el centro de ella.

martes, 4 de junio de 2019

¿Es posible no despertar de una anestesia general?


¿Es posible no despertar de una anestesia general?
Hemos hablado con un anestesiólogo para aclarar todas nuestras dudas.


A todos preocupa que un paciente no pueda despertarse de la anestesia, de ahí que los expertos tomen precauciones para asegurarse de que no solo se realice una cirugía exitosa, sino que también viva para disfrutar de los resultados. Es muy raro que alguien no se despierte. Si no se despierta, generalmente es porque algo ha ocurrido durante la operación. Las complicaciones de la anestesia que conducen a una falta de oxígeno que afecte al cerebro pueden ocurrir pero es algo, muy, muy poco frecuente. Los expertos cuentan con una gran cantidad de tecnología para advertirles de que existe un problema, así que no deberíamos preocuparnos por ello.



¿Es posible despertarse de la anestesia general en mitad de una operación?

“Despertarse de una anestesia general en medio de una operación es algo realmente infrecuente, pero sí que puede suceder en determinados casos. Lo cierto es que con los avances actuales y la exquisita formación de los médicos anestesistas es muy raro que esto suceda. Con el fin de evitar estas situaciones, los especialistas analizan las constantes vitales a lo largo de toda la intervención. Mediante técnicas de control de la anestesia general, el anestesiólogo puede diagnosticar con éxito el despertar intraoperatorio y remediarlo antes de que el paciente experimente molestias”, declara Siro Tato López, especialista en anestesia general y sedaciones en la Clínica del Dr. Silmi (Silmi Dental) y miembro de TopDoctors.

¿Cuáles son los riesgos de la anestesia general?

“La aplicación de anestesia general suele ser muy segura y en raras ocasiones conlleva complicaciones. No obstante, hay personas que experimentan algunos efectos secundarios (normalmente pasajeros) después de la operación”, expone el experto.


Los efectos secundarios, según el especialista en anestesia general, pueden ser:

Sensación de frío extremo al despertar: se trata de un efecto secundario de la anestesia general que apenas molesta. Basta con tapar bien al paciente para que entre en calor y desaparecen los escalofríos.
Náuseas y vómitos: pese a lo que mucha gente piensa, la anestesia general se elimina por la orina. Esto significa que los vómitos después de la intervención no son consecuencia de los fármacos anestésicos. La realidad es que algunas intervenciones conllevan un riesgo mayor a producir náuseas y vómitos durante el postoperatorio.
Dolor de garganta: se trata de un efecto secundario muy común cuando es necesario intubar a un paciente para llevar a cabo la intervención quirúrgica.
-Desorientación: puede suceder sobre todo en pacientes de avanzada edad. En función de su cognición previa, se puede experimentar cierta desorientación al despertar de la anestesia. Normalmente este efecto secundario desaparece con el tiempo.

Factores de riesgo potenciales


-problemas cardiacos o pulmonares
-uso diario de alcohol
-cirugía de emergencia
-cesárea
-error anestesiólogo
-uso de algunos medicamentos adicionales
depresión


¿Cómo funciona la anestesia general?


Los mecanismos exactos que conspiran para producir el estado de anestesia general no son bien conocidos. La teoría general es que su acción se induce al alterar la actividad de las proteínas de membrana en la membrana neuronal, posiblemente haciendo que ciertas proteínas se expandan.

De todos los fármacos utilizados en medicina, los anestésicos generales son un caso inusual. En lugar de una única molécula que actúa en un solo lugar para producir una respuesta, existe una gran variedad de compuestos; todos ellos generan efectos bastante similares pero generalizados, que incluyen analgesia, amnesia e inmovilidad.

Los fármacos anestésicos generales como el sevoflurano actúan en varias zonas dentro del sistema nervioso central. La importancia de estas localizaciones en la inducción de la anestesia no se entiende completamente, pero incluyen:

-
Corteza cerebral: la capa externa del cerebro involucrada en tareas relacionadas con la memoria, la atención, la percepción, entre otras funciones.
-
Tálamo: Sus funciones incluyen la transmisión de información de los sentidos a la corteza cerebral y la regulación del sueño, la vigilia y la conciencia.
-
Sistema de activación reticular: importante para regular los ciclos de sueño-vigilia.
-Médula espinal: pasa la información del cerebro al cuerpo y viceversa. También alberga circuitos que controlan los reflejos y otros patrones motores.

martes, 2 de abril de 2019

Seis cosas que deberías saber sobre la felicidad.


Seis cosas que deberías saber sobre la felicidad.

Música para sonreír
Escuchar música alegre no solo aumenta la sensación de  felicidad y dibuja una sonrisa en nuestro rostro. También incrementa nuestra capacidad para percibir caras felices alrededor, a veces incluso cuando no hay rostros sonrientes que detectar, tal y como demostraba un estudio de la Universidad de Gronigen publicado en la revista PLoS One. Las canciones tristes, según la investigación, tienen el efecto opuesto.


Felicidad según el género
En primaria, los niños son más felices que las niñas. En concreto, según un estudio de la Universidad de Ulster (Irlanda), solo una cuarta parte de los chicos se sienten felices leyendo, escribiendo y acudiendo a la escuela, mientras que el 44% se describen como "completamente felices" realizando estas mismas actividades. Sin embargo, al final de nuestras vidas las mujeres se sienten más infelices y descontentas con los logros alcanzados. Concretamente, las  mujeres son más felices hasta los 47 años de edad, y a partir de ese momento los hombres les toman el relevo, según publicaba Anke Plagnol, de la Universidad de Cambridge, en la revista Journal of Happiness Studies.

A más televisión, menos felicidad
Lo que haces en tu tiempo libre define cómo de feliz eres. Un estudio de la Universidad de Maryland basado en datos de tres décadas demostró que las personas felices suelen pasar implicarse más en actividades sociales, dedican más tiempo a leer el periódico y acuden más a las urnas a la hora de votar que las personas infelices. Estas últimas, sin embargo, dedican la mayor parte de su tiempo a ver la televisión.


Experiencias nuevas
Un estudio estadounidense dado a conocer en Personality and Social Psychology Bulletin desvelaba que para mantener un estado permanente de felicidad hacen falta dos cosas: tener experiencias nuevas que supongan cambios positivos y apreciar lo que tenemos en lugar de desear muchas cosas. Dicho de otro modo, la variedad es "la salsa de la vida", y la felicidad no consiste tanto en obtener lo que uno desea sino en valorar lo que se tiene.


Ser feliz alarga la vida
Según un análisis publicado en la revista Journal of Happiness Studies a partir de 30 estudios, la felicidad prolonga la existencia de las personas sanas porque evita que caigamos enfermos. Los investigadores lo atribuyen, por un lado, a que la infelicidad crónica causa estrés y altera el funcionamiento del sistema inmune, y por otra parte a que cuando nos sentimos felices somos más propensos a escoger un estilo de vida saludables. Una investigación de la Universidad de Nebraska realizada con 10.000 adultos también confirmaba que las personas felices y satisfechas con su vida gozan de mayor salud y padecen menos enfermedades crónicas.


Dinero y felicidad
En 2018 la revista Nature Human Behaviour se hacía eco de un estudio que cuantificaba la cantidad de dinero que necesita una persona para ser feliz. Los científicos estimaron una cifra de ingresos anuales a partir de la cual las personas se sienten emocionalmente satisfechas, y también comprobaron que, a partir de dicha cantidad – variable en función del país analizado-, la felicidad puede estancarse o, incluso, disminuir.



martes, 26 de marzo de 2019

Seis cosas que deberías saber sobre la felicidad.

Seis cosas que deberías saber sobre la felicidad.


Música para sonreír
Escuchar música alegre no solo aumenta la sensación de  felicidad y dibuja una sonrisa en nuestro rostro. También incrementa nuestra capacidad para percibir caras felices alrededor, a veces incluso cuando no hay rostros sonrientes que detectar, tal y como demostraba un estudio de la Universidad de Gronigen publicado en la revista PLoS One. Las canciones tristes, según la investigación, tienen el efecto opuesto.


Felicidad según el género
En primaria, los niños son más felices que las niñas. En concreto, según un estudio de la Universidad de Ulster (Irlanda), solo una cuarta parte de los chicos se sienten felices leyendo, escribiendo y acudiendo a la escuela, mientras que el 44% se describen como "completamente felices" realizando estas mismas actividades. Sin embargo, al final de nuestras vidas las mujeres se sienten más infelices y descontentas con los logros alcanzados. Concretamente, las  mujeres son más felices hasta los 47 años de edad, y a partir de ese momento los hombres les toman el relevo, según publicaba Anke Plagnol, de la Universidad de Cambridge, en la revista Journal of Happiness Studies.

A más televisión, menos felicidad
Lo que haces en tu tiempo libre define cómo de feliz eres. Un estudio de la Universidad de Maryland basado en datos de tres décadas demostró que las personas felices suelen pasar implicarse más en actividades sociales, dedican más tiempo a leer el periódico y acuden más a las urnas a la hora de votar que las personas infelices. Estas últimas, sin embargo, dedican la mayor parte de su tiempo a ver la televisión.


Experiencias nuevas
Un estudio estadounidense dado a conocer en Personality and Social Psychology Bulletin desvelaba que para mantener un estado permanente de felicidad hacen falta dos cosas: tener experiencias nuevas que supongan cambios positivos y apreciar lo que tenemos en lugar de desear muchas cosas. Dicho de otro modo, la variedad es "la salsa de la vida", y la felicidad no consiste tanto en obtener lo que uno desea sino en valorar lo que se tiene.


Ser feliz alarga la vida
Según un análisis publicado en la revista Journal of Happiness Studies a partir de 30 estudios, la felicidad prolonga la existencia de las personas sanas porque evita que caigamos enfermos. Los investigadores lo atribuyen, por un lado, a que la infelicidad crónica causa estrés y altera el funcionamiento del sistema inmune, y por otra parte a que cuando nos sentimos felices somos más propensos a escoger un estilo de vida saludables. Una investigación de la Universidad de Nebraska realizada con 10.000 adultos también confirmaba que las personas felices y satisfechas con su vida gozan de mayor salud y padecen menos enfermedades crónicas.


Dinero y felicidad
En 2018 la revista Nature Human Behaviour se hacía eco de un estudio que cuantificaba la cantidad de dinero que necesita una persona para ser feliz. Los científicos estimaron una cifra de ingresos anuales a partir de la cual las personas se sienten emocionalmente satisfechas, y también comprobaron que, a partir de dicha cantidad – variable en función del país analizado-, la felicidad puede estancarse o, incluso, disminuir.

lunes, 28 de enero de 2019

EL ANTES Y EL DESPUÉS DE LA RESACA: ¿CÓMO PUEDO EVITARLA?


EL ANTES Y EL DESPUÉS DE LA RESACA: ¿CÓMO PUEDO EVITARLA?

Si no quieres levantarte con una sensación de que te ha pasado un camión por encima del cuerpo, que alguien martillea tu cabeza y la luz del sol te irrita, sigue estos consejos.

image
Mucha gente se escuda en que cuando se llega a una edad, las resacas son peores, que no somos capaces de aguantar una noche de fiesta y excesos, que nuestro cuerpo ya no es lo que era… Pero pasamos por alto que existen muchas formas de “atacar” una resaca siguiendo ciertos hábitos tanto la noche de actos como al día siguiente. Algunos parecerán muy obvios, pero os aseguramos que aún así, hay gente que sigue cometiendo errores. No seas el siguiente y prepárate para el fin de semana.
EN EL MISMO DÍA
1.- Nunca bebas con el estómago vacío. Pero atención, los lácteos son bienvenidos. Y diréis, ¿cómo puede ser eso? Echar por tierra la típica leyenda de que el alcohol corta los la leche en tu estómago y seguid el consejo del nutricionista Kerry Torrens: “La leche y el yogur son excelentes protectores estomacales, así que si no vas a poder comer mucho por la noche, merienda un bol de plátano y yogur, bébete un tazón de leche con cereales o come un poco de queso y galletas antes de la aventura”.
2.- Evita o limita las bebidas alcohólicas burbujeantes como los vinos espumosos o los cockatils con champán o cava. Eso de que “se van directamente a la cabeza” es real, ya que las burbujas aceleran la absorción de alcohol.
3.- Evita las bebidas alcohólicas más oscuras, como el brandy o el whisky. Tienen un nivel más alto de compuestos llamados congéneres, los cuales se producen en el proceso de fermentación y destilación. Ellos son los encargados de hacer tu resaca mucho peor, por lo tanto busca bebidas más claras.
4.- En un momento de la noche, parar de beber alcohol y cambiar por agua. Esto hará que la llegada a casa sea mejor y el despertar menos doloroso.
image
EL DÍA DESPUÉS
5.- Beber agua no es la única solución. Puedes sustituirla por agua de coco, bebidas deportivas o isotónicas. Incluso puedes crear la tuya propia. El doctor Torrens recomienda “disolver una cucharada de azúcar y otra de sal en medio litro de agua, e ir bebiendo poco a poco a lo largo de la mañana”.
6.- Evita la cafeína. Si quieres recuperar tus niveles de hidratación deberás esperar a tomarte el ansiado café.
7.- Eso sí, come. La mejor forma de quitar esa resaca es sustituir las vitaminas y los minerales que tu cuerpo ha perdido con un buen desayuno, tu estómago y tu cuerpo lo agradecerán. Torrens nos recomienda “unas tostadas integrales con huevos revueltos, unos tomates asados y champiñones, sumado a un buen vaso de zumo de naranja”. Y en caso de querer llevarte algo dulce a la boca, mejor que sea fruta (incluso en batido o en smoothy).
8.- No quieras cortar el dolor con aspirinas o ibuprofenos, pero pueden fastidiarte el estómago.